No hay camino para la paz, la paz es el camino. Gandhi
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Camelia en la Isla de la Toja. 2003 |
Después de llevar tiempo leyendo varios blogs que me gustaban, me planteé ¿por qué no intentarlo yo?, y me lancé "a la red".
Coincidiendo de nuevo con el Día de la Paz, y habiendo superado las diez mil visitas, escribo esta entrada al cumplirse un año desde que emprendí esta aventura bloguera.
Entonces, no sabía muy bien hacia dónde me dirigía, ni cuánto iba a durar, ni si iba a hacer el ridículo. La cuestión es que parece que he encontrado un público, modesto y familiar. Modesto, por el número de seguidores; familiar, porque sé que me sigue mucha gente cercana, empezando por mis padres (que parecen la madre de la Pantoja si leéis sus comentarios, ja, ja...), por mis amigos (no puedo evitar nombrar a Sandra: mi primera y más fiel seguidora), y por parte de la tribu de la UP. También se me han ido incorporando seguidores "desconocidos" que se muestran muy cercanos a través de sus visitas y de sus palabras.
Muchísimas gracias a todos por vuestro cariño, por vuestro respeto, e incluso admiración, por acompañarme, por seguirme y por elevar mi autoestima :-)
En fin, después de un año, sigo sin saber del todo hacia dónde me dirijo, ni cuánto perduraré, ni si hago el ridículo. Pero, sé que es un entretenimiento que me gusta, que me permite practicar de vez en cuando la afición de escribir, almacenar contenidos de la red que en algún momento me llegaron al corazón, me hicieron reflexionar o, simplemente, reír. Además, he podido dedicarle más tiempo "gracias" a un año sabático que "me ha regalado" un problema de salud que mi cuerpo no acaba de superar.
Ya sabéis que algunos de estos contenidos a los que me refería antes, los he ido desviando hacia otro blog en el que colaboro: Esperanza verde y azul.
Como decía la Madre Teresa de Calcuta, somos una pequeña gota de agua en el inmenso mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota. Todos somos gotas en el océano de este mundo embravecido; quien más y quien menos puede contribuir a amansar sus aguas.
Copio el lema que encabeza El mundo de Armandillo:
Copio el lema que encabeza El mundo de Armandillo:
Cuando era un niño, quería cambiar el mundo;
cuando fui joven, me di cuenta que tenía que cambiar mi país;
de adulto, mi familia;
y ahora que voy a morir, he comprendido que si hubiera cambiado YO, habría cambiado el mundo.
cuando fui joven, me di cuenta que tenía que cambiar mi país;
de adulto, mi familia;
y ahora que voy a morir, he comprendido que si hubiera cambiado YO, habría cambiado el mundo.
No quiero llegar al último momento sin haber comprendido lo esencial. Por eso, cada día, intento trabajar mi crecimiento personal para que esto se proyecte en mi familia, en mi entorno, en mi país... y, quién sabe, en el mundo.
¿Soy muy ambiciosa?
Descanso campestre. Agosto de 2011 |
P.D. Me falta añadir que detrás de una pequeña mujer, hay un gran hombre, que me sigue y me admira en la sombra ;-), y que contribuye a ilustrar el blog gracias a muchas de las fotografías. Está ahí, detrás de la cámara, discreto, como es él.