Hace unos meses, en uno de los escasos días que el clima nos ha permitido disfrutar de la primavera, fuimos a la playa de Loredo a merendar. Era ya la última hora de la tarde, las pocas personas que quedaban estaban recogiendo. La temperatura era buena, y reinaba la tranquilidad propia de la orilla del mar al final del día.
Así que quise capturar ese momento de calma y plenitud:
2 comentarios:
Muy bonito. Nos ha gustado mucho a pesar de que echamos en falta vuestras voces. Besos. C y J
Precioso.
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