domingo, 19 de febrero de 2012

La resistencia interior. El poder del ahora (II)

Doha+Night+Skyline

Donde quiera que estés, mantente plenamente presente.


Trata de pillarte quejándote, de palabra o de pensamiento, de la situación en la que te encuentras, de lo que los demás dicen o hacen, de tu entorno, de tu situación de vida, incluso del tiempo. Quejarse siempre no es aceptar lo que es, y conlleva invariablemente una carga de inconsciencia y negatividad. Cuando te quejas, te conviertes en una víctima; cuando te expresas, asumes tu poder. Por tanto, cambia la situación emprendiendo una acción o expresando lo que piensas siempre que sea posible o necesario; abandona la situación o acéptala. Lo demás es locura.


La inconsciencia ordinaria siempre está vinculada de algún modo con la negación del ahora. El ahora, por supuesto, también implica el aquí. ¿Estás resistiéndote a tu aquí y ahora? Algunas personas siempre prefieren estar en otra parte. Su "aquí" nunca es suficientemente bueno. Averigua si este es tu caso mediante la auto-observación. Estés donde estés, estate totalmente allí. Si tu aquí y ahora te resulta intolerable y te hace desgraciado, tienes tres opciones: retirarte de la situación, cambiarla o aceptarla totalmente. Si quieres asumir la reponsabilidad de tu vida, debes elegir una de estas tres opciones, y debes elegirla ahora. Después acepta las consecuencias. Sin excusas, sin negatividad, sin contaminación psíquica. Mantén limpio tu espacio interno.


[...] Si permaneces atrapado, no aprenderás nada. ¿Es el miedo el que te impide actuar? Reconoce el miedo, obsérvalo, pon tu atención en él, mantente presente ante él. Ese reconocimiento sirve para cortar el vínculo entre el miedo y tu pensamiento. No dejes que el miedo llegue a tu mente. Haz uso del poder del ahora. El miedo no puede prevalecer ante él.


Si verdaderamente no hay nada que puedas hacer para cambiar, entonces acepta totalmente que estás aquí y ahora abandonando toda resistencia interna. De ese modo, el falso yo infeliz al que le encanta sentirse desgraciado, resentido o compadecerse de sí mismo no puede sobrevivir. A este acto se le denomina rendición. La rendición no es una muestra de debilidad; al contrario, requiere una gran fuerza. Sólo una persona que se ha rendido tiene poder espiritual. La rendición te permite liberarte internamente de la situación, y puede que entonces cambie sin esfuerzo por tu parte. En cualquier caso, rindiéndote, eres libre.


¿O hay algo que deberías estar haciendo y no estás haciendo? Ponte en marcha y hazlo ahora mismo. Como alternativa, también puedes aceptar completamente tu inactividad, tu vagancia si esa es tu eleccción. Entra plenamente en ese estado. Disfrútalo. Sé tan vago e inactivo como puedas. Si entras en ello plena y conscientemente, pronto podrás salir. O tal vez, no. En cualquier caso, no habrá conflicto interno, ni resistencia, ni negatividad.
Eckhart Tolle

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