miércoles, 24 de septiembre de 2014

Estoy y no estoy


Hace mucho que no publico nada, pero sigo aquí. Debe de ser que últimamente no tengo tanto que contar o que compartir, además de que he estado sin Internet y sin ordenador durante el verano, por encontrarme cerca de la playa que aparece en la foto. No se puede tener todo...

De todas formas, como me encargo de actualizar periódicamente el blog del Teléfono de la Esperanza, allí sí que publico contenidos que me gustan o me parecen útiles.

Podéis verlos pinchando en la foto (cuyo mensaje es un deseo más que una realidad, jejeje...) En la barra de la derecha, debajo del título de Esperanza verde y azul, se actualizan periódicamente los enlaces de cada entrada .


miércoles, 2 de abril de 2014

Niños con discapacidad


Hace poco, con motivo del Día Internacional del Síndrome de Down, envié a mis conocidos un vídeo que me pareció precioso.


Alguien me sorprendió con la siguiente respuesta:

Hay veces que un aborto es necesario por la salud de la madre. Y ninguna madre tiene el corazón tan duro como para no sufrir con ello. Anuncios como este son crueles para gente que ha tenido que tomar una decisión que no se la deseo a nadie.

Aparte de algo engañosos. La calidad de vida media de un Down no se corresponde con lo que sale en el anuncio. Hay muchos grados de discapacidad, y niños que sólo nacen para sufrir, algo muy injusto que no sale en los anuncios antiabortistas. No todo es tan "normal".

Al ver este vídeo yo no había pensado en el aborto, ni se me había ocurrido que fuese antiabortista. No lo envié con esa  intención. 

Cuando lo vi, me emocioné mucho porque tuve muy presente un caso cercano a nosotros. Tener un hijo así es un drama, sí, y un sacrificio, pero también una superación para todos.

Además, al ver el vídeo, pensé que yo antes tenía reparos para tratar a chicos con discapacidad, porque no sabía cómo hacerlo, porque tenía el prejuicio social de que hay que sentir lástima de ellos, pero he aprendido que no es así, y que necesitan y dan cariño como todo el mundo, que no hay que tratarlos de forma muy diferente a otras personas (sin olvidar que son diferentes).

Hace poco el padre de un niño con otro tipo de discapacidad me dijo algo que me hizo reflexionar. Fue hablando de un chico Asperger que no se relaciona con nadie en su centro educativo; al principio de curso, una compañera lo intentó, pero él no le hizo caso. El padre citado me comentó que no hay que cansarse de acercarnos a ellos aunque no nos hagan caso, que, seguramente, si esa chica siguiese  insistiendo, a la larga, entablaría una relación con él, pero que rendimos enseguida (¿habéis visto el corto de Cuerdas?). Creemos que están solos porque quieren; por lo tanto, no nos acercamos a ellos; por lo tanto, siguen estando solos.

La integración es fundamental para que todos estos niños puedan tener referencias positivas de niños sin discapacidad que les ayuden a superarse a sí mismos.

Cada uno ve la realidad desde su punto de vista, como el cuento de los tres ciegos que tocaban al elefante y no se ponían de acuerdo en qué era lo que habían tocado. La realidad nunca es lo que pensamos, es el compendio de distintos ángulos. Siempre me resulta curioso comprobar las distintas formas que tenemos las personas de contemplar una misma realidad. Yo no lo había visto desde el punto de vista de mi amigo, y me abrió un nuevo ángulo.

viernes, 28 de marzo de 2014

Más allá del peso

wishbone+spiral

Este documental brasileño es estremecedor por los casos que se pueden ver, y por la sociedad que representa. Puede que en Europa no haya casos tan alarmantes como los que presenta, ni la publicidad sea tan agresiva, pero el problema también existe. Como afirma Carlos González, en Mi niño no me come, el problema de la sociedad industrializada no es la desnutrición, sino la obesidad infantil. Uno de los médicos nos recuerda que está demostrado que la obesidad es proporcional al número de horas que los niños pasan delante del televisor. 

Las opiniones e informaciones relevantes de nutricionistas, cocineros, cardiólogos, psiquiatras, profesores… son esclarecedoras. Se denuncia el papel de la publicidad, de los padres y de los colegios en esta epidemia. Lo recomiendo encarecidamente, incluso para verlo con los niños explicándoselo. A mis hijos les impresionó. "¿Cómo puede una madre rellenar el biberón con coca-cola a su bebé?", me decía Jesús (9 años) Las imágenes con las equivalencias de azúcar y grasa de los diferentes refrescos, zumos y snacks son sobrecogedoras, así como los tiempos equivalentes en ejercicio para eliminarlos. No se trata de prohibirlos, pero sí que sepan que son algo excepcional, no habitual, y menos en el hogar.

Saber que cada vez que permitimos que se tomen una bolsa de patatas fritas, les estamos aportando 750 calorías (es decir que necesitarán casi dos horas de ejercicio intenso para quemarlas) es primordial. Y que no es lo mismo ingerir calorías de unos alimentos que de otros. 

Hay de fondo un uso totalmente inmoral de la publicidad para atraer a los niños hacia este tipo de alimentación insana e innecesaria, mediante juguetes. Los anuncios que los promocionan asocian  los productos con felicidad, salud, diversión, éxito social... Dice la madre de una de las niñas, que trabajó un tiempo para McDonalds: “Me sentía como si estuviese trabajando para un traficante de drogas o de armas” La determinación de esta niña para adelgazar emociona, cómo explica con gran madurez que antes pedía ir a establecimientos de comida rápida, pero que ahora cuando ve a gente comer allí le da asco, porque le apena pensar que esas personas puedan ponerse enfermas.

Casos de niños con colesterol, hipertensión, diabetes, que se cansan al correr, que no pueden hacer ejercicio, o, el más extremo, el de la niña que estuvo ingresada por una trombosis. Hay un niño con la tensión alta que cambiaba su material escolar por bolsas de patatas.

Reproduzco lo que me dijo mi amiga Judith (gracias por proporcionarme contenido para mi blog, jeje) después de verlo:

Lo importante es el día a día, que sencillamente cuando abran la nevera encuentren alimentos frescos, que tengan que hacer el esfuerzo de preparar un bocadillo, pelar o cortar una fruta. Que entiendan que comer exige una mínima preparación. Y que no haya tentaciones,  de las que se comen sin pensar: refrescos, patatas, palomitas de microondas, galletas, natillas, bollería industrial…

De ese modo, comer implica un pequeño esfuerzo y un ritual. Es más difícil comer por inercia si tienes que preparar y recoger después.

Como dice una de las científicas que interviene en el documental, comer es lo único que hacemos todos los seres humanos y que además hacemos (con suerte) varias veces al día.  Quizás hay días que no leemos o que no hacemos ninguna suma, pero comer seguro que comemos. Y además lo que comemos y cómo lo comemos condiciona totalmente nuestra salud. ¿Cómo no va a ser más importante entonces enseñar  a comer bien a nuestros hijos que las matemáticas o la lectura?

Está claro que estos primeros años también son primordiales en esto. Si educamos el paladar correctamente, lo educamos para toda la vida. Pero si se acostumbra a alimentos ricos en grasa, sal y azúcar, toda la vida tendrán que luchar con esa tendencia, y es una batalla perdida de antemano.



sábado, 22 de marzo de 2014

Un gesto de amistad

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Un grupo de amigas y familiares de una mujer con cáncer de mama, decide raparse la cabeza para solidarizarse con ella, y darle una emocionante sorpresa.

Impresiona ver cómo mujeres guapas, con hermosas melenas, más o menos cortas o largas, eligen voluntariamente quedarse sin pelo, cómo pierden ante el espejo una seña de identidad tan importante en una mujer.

Esto es lo que me comentó mi amiga Judith, cuando vio el vídeo, y quien tuvo que pasar por la experiencia de quedarse sin pelo cuando era joven:

Pues a mí me parece un hermoso gesto, y creo que, como dice una de ellas, las que más han aprendido con él son las amigas. Es muy reconfortante para la mujer que recibe el regalo, pero todas ellas están guapísimas después, en todas ellas se aprecia su mirada y su sonrisa.

Las mujeres creemos erróneamente que nuestra belleza depende de cosas que no tienen nada que ver con ella. Cuando me raparon la cabeza con 19 años, me ofrecieron peluca, pero era temporal (unos 4 meses hasta que pudiese ir con la cabeza descubierta y el pelo al cero), y me gustaban los gorros así que lo descarté. También me dijeron que en mi caso podían rapar sólo una parte, y tratar de disimular con la otra.

Opté por tener la cabeza totalmente rapada, pero no quería verme en el espejo con ese aspecto. Uno de mis tíos, me miró y me dijo que me equivocaba, que estaba preciosa porque destacaban mis ojos y mi sonrisa, y que eso reflejaba mucho más quién era que el  pelo. Y le hice caso. Fui a verme al espejo del hospital y realmente me vi guapa, distinta, claro, pero era yo misma, era como si sólo quedase la esencia de mi cara. Y me gustó.

Así veo hoy a todas las mujeres que llevan la cabeza totalmente rapada, muy guapas.  Nada nos impide apreciar la esencia de su belleza.



Anything for love ... from Albert Bredenhann on Vimeo.

sábado, 1 de marzo de 2014

Alimentos inflamatorios y antiinflamatorios

alimentos ricos en omega 3

Hace poco, una de mis amigas me comentó que había leído un artículo sobre alimentos inflamatorios y que se había acordado de mí. A los pocos días, otra persona me contó que había oído que la cúrcuma era buena para el Síndrome de Fatiga Crónica. Efectivamente, encontré en Internet más personas que la aconsejan porque esta especia es un buen antiinflamatorio natural. También investigué sobre otros alimentos, y estoy observando cómo me encuentro según lo que como.

Puede que efectivamente, los fines de semana, que aumento la ingestión de carbohidratos (patatas, arroz, pasta, dulces...) me encuentro más hinchada, siento pinchazos en la planta de los pies al levantarme de la cama, y los lunes estoy especialmente cansada.

No es que vaya a dejar de tomarlos, pero, sí que estoy intentando controlarlos o combinarlos con otros alimentos que los compensen.  Además, he recuperado unas cápsulas de Omega-3 que me había mandado el médico y que tomé un par de meses, y he comprado la cúrcuma. También me he cambiado al pan integral.

Transcribo a continuación la información que he encontrado, y que me ha sido útil, por si le sirve a alguien más.

La inflamación

La inflamación es un proceso de natural del organismo para protegerlo de sustancias extrañas, golpes, infecciones, virus, etc.

En algunos casos el sistema inmune crea inflamación aunque no haya ningún ataque externo. Pero la inflamación no siempre nos beneficia, puede tener poder destructivo.

Existe otro tipo, la inflamación crónica, en donde el sistema inmune ataca los tejidos sanos, como en los casos de diabetes tipo 1, artritis reumatoide, lupus, etc.

La inflamación crónica también juega un papel importante en enfermedades coronarias, Alzheimer, Párkinson, enfermedades relacionadas con la edad e incluso en el cáncer.


Cada vez que comemos algún carbohidrato, un tipo de azúcar, el cuerpo libera insulina del páncreas para almacenarlo en los músculos (si los ejercitamos, los azúcares van a los músculos) o como grasa. Demasiados carbohidratos en la sangre son identificados por el cuerpo como tóxicos e intenta eliminarlos lo antes posible.

Para esto, el páncreas segrega cantidades adicionales de insulina (hiperinsulinemia), y demasiada insulina produce inflamación. La conclusión es que cada vez que ingerimos cualquier tipo de azúcar podemos estar contribuyendo a la inflamación crónica.

Por otra parte, los carbohidratos como granos y aceites de granos, tan utilizados en alimentación, contienen abundancia de grasas omega-6. El cuerpo necesita ciertas pequeñas cantidades de grasa omega-6 para permanecer saludable, pero las cantidades que encontramos en las dietas modernas pueden ser 20 a 50 veces más altas de las necesarias.

El resultado es que se crea un gran desequilibrio entre la proporción de grasas omega-6 y omega-3. La proporción ideal es cercana a 1/1 y cuando ésta se altera se declara la inflamación crónica.

La inflamación acelera el envejecimiento y todas las enfermedades asociadas con la vejez. Además, favorece la aparición de enfermedades como la obesidad, hipertensión, diabetes, cáncer de próstata, cáncer de pecho, artritis, Alzhéimer, demencia, depresión, baja testosterona, enfermedades del corazón, etc.

Si vives en un país desarrollado, tu alimentación se basa sobre todo en los hidratos de carbono y consumes abundante comida enlatada o precocinada, tienes sobrepeso y siempre estás cansada, tienes síntomas de inflamación crónica.

Dieta antiinflamatoria

Esta dieta actúa en contra de la inflamación crónica, causa de muchas de nuestras enfermedades. La idea es estabilizar el azúcar en la sangre comiendo alimentos de un índice glucémico bajo, carnes de todas las clases (las de pastoreo son altas en omega-3, las alimentadas con granos son altas en omega-6), con grasas saludables, tomando abundantes líquidos y comiendo verduras y frutas de bajo índice glucémico.

La dieta anti inflamatoria proporciona un equilibrio saludable entre grasas omega-6 y omega-3. La gran mayoría de la gente come exceso de grasas omega-6, de las que el cuerpo produce compuestos tipo hormonas, llamados eicosanoides, que provocan inflamación crónica. Las grasas pro inflamatorias omega-6 son principalmente los granos y aceites de granos como los de soja, de girasol, maíz, palma, etc.

Basándose en las investigaciones realizadas sobre los eicosanoides, el Dr. Barry Sears desarrolló su célebre Dieta de la Zona, cuyo objetivo es precisamente mantener al organismo en “la zona”, es decir, con los niveles de insulina estables.

Alimentos pro y anti inflamatorios

Desconfía de los aceites que venden como “cero colesterol” y no son de oliva. La mayoría son hidrogenados y pro inflamatorios. Pero no sólo los aceites, casi todos los alimentos refinados y envasados contienen estas grasas trans (como la de palma hidrogenada), un auténtico veneno para el organismo.

Sin embargo, las grasas omega-3 tienen un efecto anti inflamatorio que contrarresta el producido por los omega-6. Estas grasas (EPA y DHA) se encuentran en los pescados grasos o azules, algunas nueces, la linaza o lino y en algunos aceites como el de oliva o soja (en menor cantidad).

Las grasas omega-3 “activas” tienen origen animal (pescado azul, hígado de bacalao y kril) y contienen EPA y DHA. Los otros aceites omega-3 son de origen vegetal y no contienen EPA y DHA sino una forma “inactiva de omega-3 llamado ALA.

Los alimentos afectan a la inflamación de manera compleja e imprevisible. De acuerdo con el IF Rating System ™, hay algunos alimentos que favorecen los procesos de inflamación y otros que son antiinflamatorios.

El sistema IF Rating™ es sencillo de utilizar para determinar exactamente cómo los alimentos afectan la inflamación en el cuerpo. Alimentos con un grado IF positivo son anti-inflamatorios; los alimentos con grados negativos son inflamatorios. Cuanto más alto es el número, más fuerte es el efecto.

Ejemplo:
* 1 taza de arroz integral tiene un IF de -206 (inflamatorio alto)
* 1/2 taza de leche descremada tiene un IF de -14 (inflamatorio bajo)
* 1 taza de melón tiene un IF de 28 (anti-inflamatorio bajo)
* 1 taza de brocoli al vapor tiene un IF de 110 (anti-inflamatorio alto)

De acuerdo con esto:

Las frutas con valores más altos de FI son el melón, la uva roja, las frambuesas y fresas, y los vegetales que más te ayudan son las zanahorias, el ajo, la cebolla, espinacas y patatas.

Utiliza hierbas aromáticas y especias. La mayoría tienen un alto contenido en fotoquímicos y antioxidantes con propiedades antiinflamatorias. Las mejores son el jengibre, el romero, ajo, orégano, curry y cúrcuma. (PAPERBLOG)

Carbohidratos, ¿los malos de la película?

Todos los carbohidratos actúan en el proceso inflamatorio. En el cuerpo se produce una reacción química entre los azúcares y las proteínas que da como resultado unos compuestos llamados AGEs (advanced glycation end products).

La producción de estos compuestos se puede controlar manteniendo bajos y estables los niveles de azúcar en el cuerpo. Eso significa comer menos pan envasado, patatas fritas, galletas, golosinas, pasteles, bebidas dulces, comidas procesadas y todos los productos hechos con sirope de fructosa de maíz. Todos ellos alimentos altamente procesados.

Los hidratos de carbono no deben eliminarse de la alimentación, lo que resultaría peligroso para la salud (no se puede comer sólo a base de proteínas) pero sí moderar su consumo y escoger sus versiones integrales y darle prioridad a las legumbres.

Alimentos muy saludables

La dieta antiinflamatoria le guiña el ojo a nuestro abuelos, ya que huye de todo lo procesado y envasado, es decir, de los alimentos que pasan por las fábricas. Lo ideal es comer alimentos frescos y cocinarlos de forma sencilla, tomar más frutas y verduras de bajo índice glucémico, como bayas (fresas, frambuesa, moras, etc.), cerezas, manzanas y peras (frutas mediterráneas).

Las frutas más ricas en azúcares, como el plátano o el mango, así como los platos a base de hidratos de carbono, deberíamos tomarlos cuando vayamos a realizar ejercicio físico.

Respecto a las proteínas, lo ideal es que la carne provenga de ganaderías ecológicas o de libre pastoreo, que no haya sido alimentado con piensos. El pescado, sobre todo el azul y grasos como el salmón salvaje (no de piscifactoría), el arenque, la trucha y las sardinas son otra gran fuente de omega-3.

Descubre la carne antiinflamatoria
¿Tomas mucho pollo para evitar ganar peso y tener mejor salud? Pues has de saber que el pollo tiene un alto contenido en ácido araquidónico, y tiene un valor negativo en el factor de inflamación (-14). La carne de cerdo (supongo que se refiera al cerdo ibérico, ¿no?) tiene pocos adeptos entre los deportistas pero el IF es de +13, te alegrará saber que si el cerdo se ha criado al natural, la carne y el jamón contienen ácidos grasos monoinsaturados como el ácido de oliva, menos inflamatorios. (PAPERBLOG)

Las algas, el pescado blanco y el marisco también aportan omega-3, especialmente las algas de la comida japonesa (iziki, wakame, nori, etc.) y las ostras.

Las grasas tampoco deben eliminarse de la dieta, sino buscar aquéllas que sean saludables, como las del aceite de oliva, el aguacate, el pescado o las nueces. Un puñado de frutos secos sin tostar cada día puede resultar excelente para conseguir las grasas necesarias y calmar el hambre entre horas. Las nueces son uno de los pocos alimentos con una buena proporción de ácidos grasos omega-3 y omega-6 de origen vegetal. Otros frutos secos son ricos en ácidos grasos no saturados con efectos antiinflamatorios como la semilla de lino, almendras, avellanas y pistachos.

Cómo combatir la inflamación

- Seguir una dieta baja en carbohidratos y tomarlos integrales.

- Alimentos altos en azúcar: El consumo de alimentos altos en azúcar también se ha relacionado con la inflamación. Los alimentos altos en azúcar como las bebidas (refrescos), tortas y pasteles, etc, deben ser evitados. Una dieta alta en azúcares también promueve el aumento de peso, lo que puede conducir a la obesidad.

- Alimentos Procesados: Estos alimentos contienen ingredientes que simplemente no son buenas para nuestra salud. La mayoría de estos alimentos envasados ​​y pre-procesados ​​son cargados con aditivos tales como edulcorantes artificiales y sabores. Los alimentos procesados, tales como chips de cebolla, contienen una alta cantidad de grasas trans y saturadas que pueden contribuir a la inflamación. Además de contener aditivos desagradables, estos alimentos contienen conservantes que pueden dañar la salud.

 - Tomar frutas y verduras frescas, ricas en vitaminas y minerales antioxidantes que también ayudan a reducir la inflamación y evitan la retención de fluidos.
La inflamación que se asocia comúnmente con la artritis puede empeorar si las verduras como el tomate y las patatas se incluyen en la dieta. Sin embargo, las personas sanas deben tener los tomates (con moderación), ya que tienen alto valor nutritivo.

- Alcohol: Consumo excesivo de alcohol es uno de los factores que contribuyen a que pueden causar inflamación. Resultados de las investigaciones sugieren que el abuso de alcohol agrava realmente el dolor de la inflamación.

- Los alimentos fritos: Hay que eliminar la ingesta de alimentos fritos, ya que se clasifican como alimentos inflamatorios. Manténgase alejado de alimentos tales como nuggets de pollo y papas fritas francés para una salud óptima. (SALUD Y BIENESTAR)

- Hacer ejercicio, la panacea antiinflamatoria.
Si eres una persona deportista, seguro que ya sabes que basta una hora de carrera suave, bicicleta o gimnasio para acabar con la sensación de hinchazón y pesadez. Practicar deporte todas las semanas al menos 3 o 4 días durante una hora, es la mejor manera de evitar la inflamación celular, mejorar la salud y evitar el envejecimiento.
Los alimentos antiinflamatorios pueden ayudarle a reducir la inflamación. Los síntomas de la inflamación incluyen la hinchazón, la rojez y el dolor. (PAPERBLOG)

- Perder Peso. Mantener un peso saludable reduce los niveles de inflamación en el organismo.

- Dormir. La falta de sueño causa inflamación crónica. Incluso pequeñas faltas de sueño disparan un mecanismo celular en el que interviene la inflamación.

- Vitamina D. Aún pequeñas cantidades de vitamina D pueden ayudar a reducir la inflamación y los riesgos de enfermedades degenerativas. 20 minutos de sol al día son suficientes para mantener unos niveles aceptables de vitamina D.

- Tomar aceite de pescado con omega-3 o aceite de krill. El aceite de pescado es altamente desinflamatorio y compensa los efectos inflamatorios del omega 6 de la dieta. Puedes encontrarlo en forma de cápsulas en farmacias y tiendas de alimentación natural.

- Dejar de Fumar. Fumar es la causa prevenible más importante de enfermedad y de muerte prematura. Pero además, fumar dispara una respuesta inmunológica del cuerpo que produce herida vascular, lo que se asocia con mayores niveles de marcadores inflamatorios.

- Tomar pescado azul, si puedes, cada día. Es la fuente natural más rica en ácidos grasos omega-3.

- Elegir bien los aceites. El aceite de oliva, almendra y aguacate contienen las grasas con efectos antiinflamatorios. Evita los aceites de coco, palma y las margarinas. No te olvides de aliñar las comidas con una cucharada de estos aceites, y evita calentarlos en fritura, pues pierden sus propiedades saludables.

- Evitar las grasas trans. Los ácidos grasos parcialmente hidrogenados o trans tienen los efectos más negativos sobre la salud y están claramente relacionados con la inflamación. Evita tomar grasas vegetales sólidas como las margarinas y revisa bien las etiquetas de galletas, barritas, cereales y otros alimentos procesados para eliminarlos completamente de tu dieta.

- Lácteos. Hay mucha polémica acerca de si se debe incluir leche y sus derivados en la dieta actual, ya que es una fuente importante de proteínas y calcio. Lo mejor sería tomar leches y lácteos de ganadería ecológica alimentos en pastos naturales, desnatados y quesos más frescos como requesón, Burgos, Villalón, ricotta y mozarella.

- Beber té. El té verde, pu-erh o blanco es una fuente de antioxidantes naturales como los polifenoles (EGCG) uno de los más potentes. Compra té de buena calidad para asegurarte la calidad de los antioxidantes.

- Utilizar hierbas aromáticas y especias. La mayoría tienen un alto contenido en fotoquímicos y antioxidantes con propiedades antiinflamatorias. Las mejores son el jengibre, el romero, ajo, orégano, curry y cúrcuma.

Especialmente la cúrcuma y el jenjibre, según este enlace, tienen un efecto de "regulacion para abajo" (donwregulation) de los procesos inflamatorios intra-celulares que llevan a la produccion excesiva de NO y a partir de ahi de ONOO- y son la causa del SFC (en la teoria de Pall) y de otras enfermedades peores.

Una consideracion importante es el tema de la biodisponibilidad de la curcumina, dado que se asimila una proporcion muy pequeña de lo ingerido. Investigué si es posible aumentar la biodisponibilidad de la curcumina por medios "caseros" accesibles y baratos, y hallé que en principio sí, de varias maneras no excluyentes entre sí:

1. La curcumina es soluble en grasas (facilmente comprobable googleando "curcumin" junto con "lipid-soluble"). Por lo tanto, algo de aceite en la comida con cúrcuma probablemente aumente la asimilación de la curcumina.

2. La curcumina es sensible al PH alcalino. Por lo tanto, incrementar la acidez del entorno digestivo en la comida con cúrcuma, por ejemplo evitando tomar lacteos con esa comida, probablemente aumente la asimilacion de la curcumina.

3. La asimilación de la curcumina mejora en la presencia de gengibre. Y dado que el gengibre tiene sus propios beneficios, similares a los de la cúrcuma, y a mi juicio ambos combinan bien en la misma comida, se pueden usar juntos.

Los seis alimentos más antiinflamatorios, según Runfitners:

Salmón: Conocido por su alto contenido en ácidos grasos; una porción de cuatro onzas (113 gramos) contiene aproximadamente  1500 miligramos   de Omega 3.

Lino: Junto con el chía, amaranto y el sésamo, el lino es otra de las semillas clave para corredores, tan sólo 1 cucharada contiene 2300 miligramos de ácidos grasos Omega 3.
  
Atún: Además de ser una fuente de proteínas, el atún es una muy buena fuente de omega-3, ya que 3 onzas (85 gramos) contienen aproximadamente 1100 miligramos.

Nueces: Además de ser sabrosas  y muy fáciles de transportar, las nueces tienen un altísimo contenido de omega-3,  ya que 30 gramos nos proporcionan 2600 miligramos .

Chia: Nuestra semilla favorita, además de sus poderes para luchar con la deshidratación una cucharada brinda cerca de 2400 miligramos de omega-3.

Canola: Este aceite ligero y versátil es un alimento básico que debes tener la despensa. Junto al aceite de lino, tiene la mayoría de ácidos grasos omega-3: 1200 miligramos por cucharada. Su sabor neutro  la convierte en una opción perfecta para aderezar ensaladas y  hornear.

En Planeta Joy, añaden además:

Bacalao (aunque es pescado blanco, en salazón tiene las mismas propiedades que los pescados azules), con alto contenido de vitaminas B y con Omega 3, que ayuda a inhibir los procesos inflamatorios.

Pimiento rojo, por tener betacaroteno y vitaminas E y C, que además auxilian en la cicatrización.

Cristina Galiano nos recuerda en sus recetas que nuestro maravilloso pimentón de La Vera se han hecho estudios que demuestran que no solo tiene un efecto antioxidante, sino que también produce un aumento de las defensas contra los radicales libres y baja el colesterol y los triglicéridos.

Además, su variante picante, contiene una sustancia denominada capsaicina, que es la responsable del picante, y que tiene efectos anticancerígenos.

Fuente principal de información: Mujer Terra 

martes, 11 de febrero de 2014

Leer, obligar o no obligar, he ahí la cuestión (VI) ...

... o qué hacer con la lectura cuando la escuela se mete de por medio (IV)

La lectura de obras literarias

He oído en varias ocasiones que la causa de que a los jóvenes no les guste la lectura, o les deje de gustar es que los profesores los obligamos a leer El Cid, La Celestina El Quijote. Tomo de ejemplo este artículo de Rosa Montero.

Estoy de acuerdo con que los planes de estudio tienen muchísimos fallos que mejorar (como por ejemplo la coordinación con el área de Ciencias Sociales que menciona), pero creo que la situación que describe esta gran periodista se da en la actualidad en contadas ocasiones (que no dudo que las haya). En general, los departamentos y los profesores de Lengua y Literatura que conozco son bastante sensatos al respecto. Pienso que hay que confiar un poco más en los profesionales. ¿O es que hay que eliminar entonces la literatura de nuestra materia que lleva el nombre? Por esa regla de tres, deberíamos eliminar algo tan lejano a nuestros alumnos como la Prehistoria o el átomo o las galaxias.


Voy a retrotraerme lo más brevemente que pueda al pasado. Yo cursé EGB, y, que recuerde, leí El caballero de Olmedo en séptimo u octavo. En tercero de BUP, leí El CidLa Celestina, El Quijote,  que nombra ella, y muchos más, y acabé de enamorarme de la literatura. Sé que hay profesores que sentencian que ellos no se murieron por hacerlo, y, efectivamente, doy fe de que siguen vivos. Pero creo que un profesor de literatura no es objetivo en este caso, ya que su gusto y su aptitud favorecieron que sobreviviera; tenemos que tener en cuenta la diversidad de alumnos que nos encontramos dentro de una materia obligatoria, que no se tenía en cuenta en los antiguos planes de estudio, sino que se tendía a medirnos a todos por igual.

Tradicionalmente, se considera un "buen profesor" al hueso que es exigente, pero que ama y domina la materia; además, suele tener mal carácter para que no se le subleve nadie, es decir, que es fácil que los alumnos le tengan miedo (lo que no es necesariamente respeto). La mayoría de estos profesores aplica el criterio de que, sencillamente, el alumno que no llega, o no puede o no se esfuerza. Seguro que todos hemos traído del recuerdo a algún profesor/a de este tipo a la mente ahora mismo. Hubo un tiempo en el que yo también los creía buenos profesores porque yo era buena alumna, los había podido seguir, y aprovechar su gran sabiduría. Pero con la experiencia de docente, me he dado cuenta de que no es suficiente, que como explica Pennac en Mal de escuela, nuestros alumnos son todos; no depende sólo de ellos que lleguen a entendernos, sino de nosotros, aunque lógicamente, es difícil conseguirlo.

¿Por qué esta digresión en mi argumentación? Porque creo que algunas personas se han podido quedar con esta antigua idea del anterior bachillerato, y del profesor tradicional. En tercero de BUP, la literatura se estudiaba dentro de las "letras", es decir, que escogían la materia aquellos a los que, supuestamente, les gustaba la literatura como a mí. En el curso equivalente en la actualidad, primero de Bachillerato, esto no es así. Es una materia que reúne las dos disciplinas, Lengua y Literatura, se dispone sólo de tres horas a la semana, y es obligatoria y común para todos los tipos de bachillerato; además, se carece de la preparación que se recibía en 2º de BUP con un somero y profundo repaso de la historia de la literatura.

Algo equivalente a lo que yo experimenté en aquel curso inolvidable de literatura, se hace en la optativa de Literatura Universal, pero, al ser universal, y tener un programa condicionado por la Prueba de Acceso a la Universidad, si no me equivoco, las obras que se trabajan son en su mayoría extranjeras.

Entonces, volviendo a la Secundaria Obligatoria, ¿qué hacemos? Yo soy partidaria de dar literatura, y clásica, por supuesto, pero con sentido común. Cada vez son más los alumnos que no saben quién escribió El Quijote, o que no les suenan autores como Lope de Vega, Espronceda, García Lorca, Antonio Machado... no digamos ya ubicarlos en el tiempo o asociarlos con un movimiento cultural, género (¿qué es eso?), obra o poema.

Mi propuesta es compaginar las lecturas juveniles con las clásicas. Pero, ¿cómo?

Primero, aunque no seamos profesores de Historia, me parece obvio que siempre que se da una época literaria, se contextualiza para que el alumno pueda comprender mejor a las personas de aquella época.

Segundo, leyendo y comentando textos sueltos de obras representativas con la guía y la ayuda del profesor.

Tercero, haciendo las lecturas con ediciones adaptadas, y dentro del aula. Nunca he mandado una obra literaria para leer individualmente sin asegurarme de que la estaban entendiendo, y, como mucho, les mando terminar de leer algún pasaje que no nos haya dado tiempo en clase, y lo ponemos en común al día siguiente. Creo que es necesario hacer alguna lectura completa de estas obras porque es la manera más segura de que permanezca en la memoria cultural de nuestros alumnos. Una obra que funciona, en tercero de la ESO, de la que hay buenas adaptaciones juveniles, que gusta a los alumnos, y que la entienden muy bien es el Lazarilllo.

Cuarto, presentando actividades motivadoras y dinámicas con las obras. Por ejemplo, dramatizar un juicio a Lázaro, con abogados, juez, acusado, testigos... Escribir cartas aconsejando a Melibea o a Calisto; escenificar escenas o actos de obras de teatro... El curso pasado me llevé a mis alumnos de cuarto a la playa para leer poemas de Gerardo Diego dedicados al mar Cantábrico y a la Bahía de Santander. Ninguno había oído hablar de él, pero tengo la esperanza de que se les haya grabado su nombre en la memoria al asociarlo con  aquella experiencia, o de que la próxima vez que paseen por Reina Victoria sepan de quién es la escultura de ese señor que está sentado en el banco mirando al mar. Tal vez, hay uno que recuerde su asociación con una generación de poetas, la del 27, o que, simplemente le suene esta generación.

Dice Rosa Montero en el artículo, Los clásicos son una estación de llegada, no de partida. Hace falta haber leído y haber vivido bastante para poder gozarlos. Pero yo me pregunto... si no hay una figura en la vida de nuestros jóvenes que los familiarice con los clásicos, ¿llegarán a saber que existen?

Hay alumnos a los que les gusta leer literatura, otros a los que no les entusiasma, pero reconocen que es necesario, y agradecen tener el conocimiento. Y estoy segura de que alguno de los textos les habrá interesado, impactado, sorprendido o, aún mejor, tocado el alma o el corazón... aunque no lo hayan entendido del todo.

Si no lo intentamos, esos momentos no llegan.

Si no, puede ocurrir algo parecido a lo que cuenta Forges en esta viñeta:

Entradas anteriores sobre la lectura:

domingo, 9 de febrero de 2014

Leer, obligar o no obligar, he ahí la cuestión (V) ...


... o qué hacer con la lectura cuando la escuela se mete de por medio (III)

Continúo con los factores que me dejé en la entrada anterior.

La educación del gusto y del criterio del alumno

Como he comentado alguna vez, considero que hay que educar el gusto de los alumnos. Lo mismo que no les daría de comer cualquier cosa, tampoco me gusta darles a leer cualquier cosa. La comida basura o rápida se puede permitir de vez en cuando, pero no como dieta sana y habitual. También hay que procurar que sea variada, como la comida, para que no les falten proteínas, ni vitaminas, ni sales minerales que alimenten y amplíen su cerebro.

La elección de un libro no incluye sólo el punto de vista temático, sino también el formal. Pienso que conviene procurar ir introduciendo textos con alguna complejidad narrativa, espacial, temporal que enriquecerán su horizonte expresivo y comprensivo. Esto hay que hacerlo con cautela porque hay alumnos que si los sacas de la técnica clásica de planteamiento-nudo-desenlace, se desorientan y no siguen la trama, por lo que pierden el interés por el libro.

Cada vez más profesores dan a elegir títulos entre una lista previamente seleccionada, aunque esto suelen hacerlo como segunda lectura de la evaluación, es decir, después de haber puesto una común para todos. Yo me inclino por esta tendencia, pero desde el principio, que cada uno elija el libro que vaya acorde con su gusto, con su personalidad, o con su capacidad lectora. Prefiero que lean, aunque lo que elijan no sea de mucha calidad, a que abandonen el que tú has propuesto en un rincón. Incluso les dejo cambiar de libro si el que eligieron en un principio o el que yo he mandado no les gusta.

Si queremos que se familiaricen con otras lecturas que a nosotros nos parecen más apropiadas, se pueden leer en el aula, aunque no se terminen. Por lo menos, eso que tienen leído, y, si alguno se anima a terminarlo, pues ya hemos ganado mucho. Está bien que lean lo que a ellos les gusta, que no condicionemos su lectura hasta tal punto que le cojan manía, pero, también hay que probar a descubrirles mundos nuevos y desconocidos, o, simplemente necesarios, a los que puede que no lleguen si alguien no se los muestra.

Conseguir una lectura reflexiva y crítica

Desde hace unos diez años, trabajo bastante la opinión personal, desde primero de la ESO. Pero hay que ayudarles con unas pautas, porque, salvo excepciones, es algo que les cuesta bastante. A principio de curso, les explico en qué consiste una opinión personal, les doy trucos y modelos, y errores que deben evitar.

Además, les facilito un guión de diez puntos a partir de los que evalúo la redacción, y les dejo elaborarla en casa, antes o después del examen. Pueden subir la nota con la buena presentación y ortografía. Hay alumnos a los que se les da mal o que no se esfuerzan, pero otros que lo hacen francamente bien, y da gusto comprobar cómo evolucionan, especialmente si les puedes hacer el seguimiento a lo largo de varios cursos.

Yo les insisto en que la nota no es mejor si les gusta el libro, sino que depende de que sepan argumentar correctamente su opinión, sea favorable o no al libro.

P.D. Después de escribir y releer las tres entradas con las que doy por zanjado de momento el asunto, me pregunto, y si en Primaria me parece perjudicial obligar a leer, ¿por qué no en Secundaria? Quizás porque llega un momento en que si el alumno no ha cogido el gusto, ya es casi imposible que coja el hábito sin obligarlo.

Continuará...
Entradas anteriores sobre la lectura:

viernes, 7 de febrero de 2014

La bicicleta verde o la injusticia de ser mujer en algunos países



Hemos visto esta película rodada y ambientada en Arabia Saudí. Mi sorpresa ha sido mayúscula al descubrir , gracias al reportaje de Días de cine que reproduzco abajo, que, además, la autoría se debe a una mujer saudí. Lo cual me hace admirar la valentía emprendedora de Haifaa Al Mansour, más cuando, en Arabia Saudí, no existe cultura cinematrográfica (ni siquiera hay salas de cine). Y es que, como dice la protagonista en un momento de la película, perder una carrera en bicicleta frente a una chica es como perder dos veces.

Haifaa Al Mansour, directora de la película
La película se basa en la vida de una sobrina de la directora. Wadjda tiene diez años y vive en una sociedad tan tradicional que ciertas cosas como ir en bicicleta le están totalmente prohibidas. A pesar de todo, es una niña divertida y emprendedora que bordea siempre el límite entre lo autorizado y lo prohibido. Wadjda desea tener una bicicleta para poder competir con su amigo Abdullah en una carrera, pero su madre no se lo permite porque las bicicletas son un peligro para la dignidad de una chica. (FILMAFFINITY)

La historia comienza con el primer plano de unos zapatos y unos calcetines infantiles con puntillas, en medio de un grupo de niñas rezando El Corán. Cuando Wadja se distrae al saludar a dos niñas que pasan junto al grupo, la profesora le llama la atención; entonces, la cámara se abre para dar paso a sus zapatillas modernas, occidentales y rebeldes, en contraste con el calzado convencional del resto de las niñas. La película está plagada de símbolos y gestos reveladores. El más importante, el de la bicicleta, claro. Porque este objeto va a ser el hilo conductor de la trama, pero también de la vida de Wadja. Su tenacidad para conseguir un objeto ansiado y prohibido que le abrirá el horizonte de la libertad y de la igualdad. También es el vínculo que fortalece su amistad con Abdullah, un niño que la ayuda y la admira.



Las injusticias me ponen el cuerpo del revés. No entiendo cómo ni por qué una persona es capaz de hacer sufrir a otro ser humano simple y llanamente por su sexo. No hay razones políticas, ni religiosas, ni culturales,  ni sociales que justifiquen tamaña injusticia. Wadja contempla con admiración el árbol genealógico de su padre, en el que sólo aparecen los hombres. Ella pincha con una horquilla un papel con su nombre escrito en él. Al día siguiente, encuentra el papel caído y arrugado. Tiene que doler mucho comprobar que para tu padre no eres parte importante de la familia sólo porque has nacido mujer. Las injusticias por parte del sexo masculino duelen, pero, todavía duelen más cuando las ejercen las mismas mujeres hacia otras, o hacia las niñas. Es incomprensible cómo se puede pasar de la exaltación por orgullo de una persona a su humillación, en unos segundos. Al terminar de ver la película, pensé, vaya eme ser mujer en algunos países, en los que hay que silenciar el canto, la risa y tu propia presencia para que no te oigan ni te vean los hombres. Es una fortuna haber nacido en esta época, en mi familia, y en un país en que la marginación de la mujer está muy superada.

La madre de Wadja
La madre de Wadja sufre las injusticias de la mujer adulta en la sociedad saudí: su medio de vida depende de que un conductor la quiera llevar al trabajo o no, porque está prohibido conducir a las mujeres; vive con la incertidumbre de si su marido se casará con otra, y la abandonará porque ella no puede tener más hijos, por lo que no puede concederle el ansiado varón. Esta mujer intenta controlar el carácter rebelde de su única hija. Se ve entre la espada y la pared: la espada de la sociedad que margina a las mujeres "indecentes", y la pared del amor por Wadja.

Al final, madre e hija experimentan una injusticia, diferentes ambas, cada una en su propia carne. Este dolor fortalecerá el amor entre las dos, y hará que la madre ponga a su hija por delante los prejuicios.

Aun así, el largometraje no está teñido de drama ni de pasajes angustiosos. La injusticia se vive como algo normal, está asumida por la sociedad, especialmente por las mujeres.

Wadja no está sola en su lucha: tiene aliados como su madre, su amigo Abdullah, o el dueño de la tienda de juguetes. Pero su mejor aliado, el más importante, es su fuerte determinación. Ojalá todas las Wadjas del planeta puedan crecer libres y felices sobre sus bicicletas. Que nunca falte la determinación a las grandes y pequeñas mujeres del mundo.

Towanda, Wadja.



miércoles, 5 de febrero de 2014

Leer, obligar o no obligar, he ahí la cuestión (IV) ...

... o qué hacer con la lectura cuando la escuela se mete de por medio (II)

Si algo tengo claro como profesora de Lengua y Literatura es que inculcar el gusto y el hábito por la lectura es uno de mis principales propósitos, y, probablemente, el que más me gusta.

Ahora bien, reconozco que es complicado compaginar la obligatoriedad con el placer.

Mis inicios fueron al más puro estilo tradicional: libro propio juvenil o que se supone del gusto de la juventud (independientemente de los gustos y aptitudes de cada joven), elaboración de una guía de lectura, y examen sobre el libro. Desde que empecé en esta profesión (hará dieciocho años el próximo septiembre) mis ideas y mis métodos al respecto han ido evolucionando.

Una amiga me hizo reflexionar mucho al respecto cuando me contó que una de sus hijas, gran lectora, no podía subir nota porque no leía los libros que la bibliotecaria del colegio proponía para tal fin, sino otros que a ella le gustaban más, y que eran incluso más "gordos", así que en el rato obligatorio de biblioteca acaba leyendo el libro más delgado de los que le proponían para poder acabar pronto y dedicarse a las lecturas que realmente le gustaban. Pensé, ¿es que estamos locos o qué?, ¿cuál es la finalidad de poner nota por leer libros?, ¿por qué obligarlos a leer los libros que nosotros queremos que lean, cuando el objetivo es que les guste la lectura?

Quiero aclarar que yo soy profesora de Secundaria, no de Primaria, campo en el que no tengo experiencia como profesional, sólo como madre. Opino que la obligatoriedad en Primaria es muy peligrosa y hay que saber hacerlo muy bien, porque es el terreno que estamos abonando para un futuro lector, o no. Obligar a  leer, y a elaborar fichas a niños que están iniciándose en la lecto-escritura me parece arriesgarse a que aborrezcan la lectura, además de a que no adquieran correctamente la destreza. Pienso que en el primer ciclo de Primaria (e incluso en el segundo), que los niveles de adquisición de esta capacidad son tan diferentes entre los niños, no hay necesidad de elaborar fichas; tanto la habilidad como la comprensión lectora de un niño se pueden trabajar y comprobar con lecturas cortas que se realicen en clase. Si realmente se quiere estimular la lectura, hay muchas formas de conseguirlo: bibliotecas de aula, diez o quince minutos de lectura al día, préstamo de libros entre compañeros, lectura expresiva de un libro por parte de la profesora, lecturas en grupo, visitas semanales a la biblioteca del centro, lectura al aire libre...

En un esfuerzo de acotar el tema repasaré los factores que lo condicionan a mi parecer: la elección del libro, la comprobación de la lectura, y su evaluación, la educación del gusto y del criterio del alumno, no sólo mecánica, la lectura de obras literarias, y los distintos tipos de lectores y de capacidad que vamos a encontrar entre los alumnos.

La elección del libro:

En los institutos de Secundaria, a principio de curso, se pacta entre los profesores del Departamento qué libros proponer para cada nivel. El criterio que se sigue depende lógicamente de la postura de los distintos miembros del Departamento, y de que se pongan de acuerdo entre ellos.

Mi postura es elegir libros amenos que ilustren temas sociales, si se puede, o determinadas épocas de la historia para que los alumnos estén informados, que, además den pie a reflexionar y a debatirlos en el aula. Procuro que el libro me haya gustado previamente a mí para poder vender mejor el producto y engatusarlos; me resulta difícil convencer a alguien de que lea algo que a mí no me atrae ni me ha dicho nada.

A veces, las editoriales te ofrecen un encuentro con los autores, que es una actividad muy interesante, y se ponen uno o varios de los libros de acuerdo a este criterio. Pero, en mi opinión, si el libro no es bueno, no sé hasta qué punto merece la pena la visita del autor.

Otra opción es elegir libros que sabes que van a gustar a los alumnos aunque su calidad literaria no sea buena.

La comprobación de la lectura, y su evaluación:

A ver, aclaremos un dato importante que condiciona la mayor parte del problema: el profesor quiere comprobar que el alumno se ha leído el libro para poder evaluar su esfuerzo. Por ello, lógicamente, el profesor tiene que haberlo leído previamente. Esto supone que si manda un libro diferente acorde al gusto y a la capacidad de  cada alumno, tiene que haberse leído todos esos libros, y elaborar una prueba para cada uno. A esto, hay que sumar que los profesores de instituto pueden cambiar con frecuencia de centro, y la bibliografía varía mucho de unas bibliotecas y de unos departamentos a otros.

Hace ya unos diez años que suprimí las guías o trabajos de lectura porque me parece una manera de sobrecargar al alumno con trabajo, y anular su posible cariño hacia el libro. Lo que sí que me gusta hacer es empezar el libro entre todos en el aula. Lo leo en voz alta para encandilar al público si se deja. Cuando ya están familiarizados, lo leen por turnos, pero, a menudo, me piden que siga yo porque se enteran mejor al darle una entonación más adecuada. Para que cojan el hábito, pactamos un día o dos de lectura a la semana, para seguir leyéndolo. Les pongo un tope, y empezamos a partir de ese punto. Algunos no lo han leído, otros han leído más allá, y otros hasta la marca pactada. Cuando el ritmo de lectura se descompensa entre unos y otros, cada uno lee en silencio.

Según van avanzando, fijamos la fecha del examen.

Antes, elaboraba el examen con ocho preguntas breves o largas a desarrollar, que valían un punto cada una, y una opinión personal, que vale dos puntos. Pero me di cuenta de que había alumnos que yo sabía que habían leído el libro, y suspendían porque no sabían hacer bien el examen. Me daba mucha rabia, y, a ellos, más todavía. Así que empecé a elaborar exámenes tipo test, y mantengo el veinte por ciento de la opinión personal.

Otra manera de hacer la comprobación, pero más difícil de evaluar, es mediante exposiciones orales del libro que se han leído. Está bien que sea una vez al trimestre, si se puede, y así se aprovecha para que escojan libros de los que no tengo prueba escrita o que son populares entre los adolescentes.

Sé que hay alumnos que no terminan la lectura, o que van al examen habiendo leído un resumen que han copiado de Internet, pero, lo siento, es su problema, no el mío, soy profesora, no policía. Si aprueban con ese método, y yo no me doy cuenta, "mejor" para ellos. Siempre habrá alumnos que sí han aprovechado la lectura,  o que han logrado completarla. Aunque lo intento, soy consciente de que no lo puedo conseguir con todos.

No hay nada que me satisfaga más que saber que he ayudado a un alumno a aficionarse a la lectura, o a leer su primer libro completo (y con qué orgullo te lo cuentan), o a estimular a los que ya tenían la afición.

Continuará...
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domingo, 2 de febrero de 2014

Un corazón de ida y vuelta


Este verano, Jaime encontró esta piedra con forma de corazón en la playa de La Franca, en Asturias.

Decidió que me la iba a regalar a mí, pero ya me advirtió entonces que, cuando "me portase mal", me la iba a quitar.

Y, efectivamente, el primer día que nos enfadamos, vino a mi habitación, y se llevó la piedra de mi mesilla.

Cuando se le pasó el enfado, volvió a dejarla en su sitio.

sábado, 1 de febrero de 2014

Pleamar espectacular

Realmente es asombrosa la fuerza que puede tener la naturaleza.

Hoy, en todo su esplendor: pleamar,  temporal y arcoiris

jueves, 30 de enero de 2014

Sólo es un rumor


Sólo es un rumor es un libro para adolescentes en el que el sexo está muy presente. Trata de una chica en su último año de instituto. Es muy inteligente, pero vive bajo la sombra de su hermana mayor que es "perfecta", y eso le ha hecho tener muy poca confianza en sí misma y una baja autoestima, porque cree que su madre prefiere a la otra.

Como piensa que el chico que le gusta, no tiene ningún interés por ella, se dedica a emborracharse cuando sale y a liarse con el primero que se le acerca. En una de estas fiestas, tiene una relación en el baño del bar con un chico, que al terminar le dice que es tan buena como dicen. A la semana siguiente, aparecen unas pintadas en los baños del colegio sobre su vida sexual. Así,  se convierte en el centro de insultos, rumores, corrillos y miradas del instituto.

Lo pasa muy mal, pero, como es muy orgullosa, no lo quiere reconocer ni hablar de ello.

Al final, gracias a un amigo, tras una fiesta en la que le vuelve a ocurrir lo mismo, consigue reflexionar sobre su conducta, y decide enfrentarse a su problema de autoestima probando a no beber. Consigue hablar con el chico que le gusta (que curiosamente había bebido un poco para poder hablar con ella) y se da cuenta de la diferencia con otras fiestas y con otras relaciones que había tenido estando borracha.

Por el medio, está también el problema con su madre y con su hermana mayor; la estupenda relación que tiene con la pequeña; un trabajo de investigación sobre personas que han estado al borde de la muerte, que hace para un documental porque quiere ser cineasta; su estilo personal para diferenciarse del resto; el novio posesivo de una de sus amigas; el mejor amigo que supone homosexual...

Me ha gustado más que el de A tres metros sobre el cielo, de Federico Moccia, por compararlo con algo del estilo, pues, a pesar de que al principio estaba un poco escandalizada, creo que puede ayudar a reflexionar sobre el tema, e incluso a comprender a la chica. Además, en este caso, hay un acercamiento familiar que en el de Federico Moccia no se produce.

Pero... no hacía más que pensar si se lo recomendaría a una hija o a una sobrina... ¿Será adecuado?

Pues, después de meditarlo, mi respuesta es que sí. En el caso de ser personas más tímidas en las relaciones con el otro sexo, creo que les ayudará a darse cuenta de que hasta las personas que parecen más seguras de sí mismas tienen dudas sobre su autoestima. En el caso de personas con una actitud más abierta, o con más experiencia, puede ayudarles a aclarar ideas, o a diferenciar entre éxito social y autoestima.

Y, en general, invita a reflexionar acerca de los prejuicios que tenemos sobre los demás, así como sobre el crédito que debemos dar a los rumores que nos cuentan sobre terceras personas.

¿Eres adolescente? ¿Eres padre/madre? ¿Profesor/a?

¿Te animas a leerlo y a darnos tu opinión?

miércoles, 29 de enero de 2014

30000 visitas



No sé cómo mi blog ha superado las 30000 visitas con lo abandonado que lo tengo desde hace tiempo, pero gracias. Me alegra que mis descubrimientos o mis palabras puedan ayudar a alguien, o, simplemente, gustarle.

Ya sé que esto no es nada en el mundo cibernético, pero vienen a ser 10000 visitas por año, así que no está mal, ¿no?

Son pequeñas olas que agitan el mar, como las que se pueden disfrutar en las playas de Santander en este mes de enero.

domingo, 12 de enero de 2014

Energía para el nuevo año


Mi querida y sinigual amiga Idoya terminó 2013 con un estupendo ejercicio de energía positiva.

De entre todas las imágenes que se han ido acumulando en el grupo de whatsapp que abrí en marzo, se esforzó en seleccionar su top ten. ¿Cómo lo hizo? Nos lo explica ella misma:

Primero, decidí quedarme con las que tienen un mensaje que me viene bien recordar... y apenas eliminé 30.

Añadí un segundo criterio: quedarme con las de letra más grande... Sí, la presbicia ha llegado a mí, y ya no veo ná.

Y por último, escoger las que además tienen una imagen que me encanta.

Sumando estos tres criterios, he quitado unas 400. Que viene muy bien ahora que cerramos el año.

Os las presento del 10 al 1.

Y os doy las gracias a todos por estos mensajes tan necesarios.

Además, muchas veces, acertáis con lo que necesito ese día.

¡¡Muchas gracias por este año de energía positiva!!

¡Ahí va mi selección!





Ahora viene la que más me gusta de todas, y que la tengo pegada en mi espejo:



Idoya, muchas gracias por compartir tu ejercicio, y me encanta que hayas elegido precisamente esta imagen como la primera. Has entendido dónde comienza y se guarda la energía positiva, bravo.