sábado, 31 de diciembre de 2011

Adiós a 2011 con alegría

Sugar+Skulls%2C+Paper+Flowers%3B+Chasing+Light%2C+The+Golden+Hour

Despidámonos del Año Viejo con alegría y agradecimiento por todo lo bueno que nos ha regalado.
Un poquito de marcha para ir entrando en calor para esta noche.

¡Asúcarrrrrrrrr!


jueves, 29 de diciembre de 2011

Tus zonas erróneas (III)

Happy+Bokeh+Christmas+Eve%21++Add+your+favorite+Christmas+Quotes%21

Wayne W. Dyer

El pasado está lleno de culpa y el futuro, de preocupación. Ambos te hacen inmovilizarte, y te impiden actuar en el presente.


La culpabilidad quiere decir que despilfarras tus momentos presentes al estar inmovilizado a causa de un comportamiento pasado, mientras que la preocupación es el mecanismo que te mantiene inmovilizado ahora por algo que está en el futuro y que a menudo es algo sobre lo que no tienes ningún control. Podrás ver esto con claridad si tratas de pensar en ti mismo como sintiéndote culpable de algo que aún no ha sucedido. Ambas respuestas sirven el mismo propósito inútil de mantenerte inquieto e inmóvil en tu momento presente:

No es la experiencia del día de hoy lo que vuelve locos a los hombres. Es el remordimiento por algo que sucedió ayer, y el miedo a lo que nos pueda traer el mañana.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Cuentos de invierno


Este año, el Ampa del cole ha organizado un concurso de cuentos de invierno. Al principio, creí que mis hijos no iban a querer participar, pero se lo tomaron con un entusiasmo inesperado para mí. Enseguida, empezaron a escoger personajes, a pensar la historia, a elegir el material que iban a usar para adornar las ilustraciones...

Coincidió, además, que Jaime estuvo enfermo esos días, y no paró de ensayar dibujos de pandas día y tarde. Jesús lo tenia muy claro, y apenas se dejó aconsejar.

Los dos doblaron limpiapipas, extendieron purpurina, recortaron cartulinas, se pegaron los dedos con pegamento, arrugaron papel de seda, escribió cada uno lo que pudo. Y hasta recuperaron los sellos de imprenta que usaba un abuelo de mi padre para los letreros de una tienda que tenía.

No ganaron el premio, porque dieron prioridad a los que no les había ayudado ningún adulto, pero estoy muy orgullosa por la implicación, el entusiasmo y la creatividad de los dos.

Aquí os dejo los cuentos. Siento que algunas fotografías sean un poco malas, porque no tenía ganas de retocarlas. Pero creo que os podéis hacer una idea.




viernes, 23 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Sagrada Familia de Zurbarán


Feliz Navidad para todos.
Que la luz de una nueva vida ilumine nuestro corazón, y sepamos qué hacer con ella.

Cuando venga, ay, yo no sé

con qué le envolveré yo,

con qué.

Ay, dímelo tú, la luna,

cuando en tus brazos de hechizo

tomas al roble macizo

y le acunas en tu cuna.

Dímelo, que no lo sé,

con qué le tocaré yo,

con qué.

Ay, dímelo tú, la brisa

que con tus besos tan leves

la hoja más alta remueves,

peinas la pluma más lisa.

Dímelo y no lo diré

con qué le besaré yo,

con qué.

Y ahora que me acordaba,

Ángel del Señor, de ti,

dímelo, pues recibí

tu mensaje: «he aquí la esclava».

Sí, dímelo, por tu fe,

con qué le abrazaré yo,

con qué.

O dímelo tú, si no,

si es que lo sabes, José,

y yo te obedeceré,

que soy una niña yo,

con qué manos le tendré

que no se me rompa, no,

con qué.

Gerardo Diego

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Tus zonas erróneas (II)

nuances


Es muy probable que te hayas infestado del virus del desprecio a ti mismo; y el único remedio conocido para esto es una buena dosis masiva de amor propio, o amor a ti mismo. Pero, quizá, como mucha gente en nuestra sociedad, tú has crecido con la idea de que está mal amarte a ti mismo. De niño aprendiste que amarte a ti mismo, algo natural en aquel entonces, era lo mismo que ser egoísta y consentido.



Las indirectas son sutiles y la intención no es mala, pero logran mantener a raya al individuo. El amor a los demás está directamente relacionado con el amor que te tienes a ti mismo.


Definición del amor: la capacidad para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan para sí mismos, sin insistir en que hagan lo que a ti te satisficiera o te gustase. ¿Cómo se llega a este punto? Muy sencillo. Amándote a ti mismo. Sintiendo que eres importante, hermoso y que vales mucho. Cuando hayas reconocido esto, no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor y tus valores ajustando su conducta a tus instrucciones.


Si tu ser no vale nada, o no es amado por ti, entonces es imposible dar. ¿Cómo puedes dar amor si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor? Y si no puedes dar, tampoco puedes recibirlo


Es difícil desligarse de las viejas cadenas aprendidas de niño, pero es aún más difícil aferrarse a ellas si uno considera las consecuencias que esto implica. Con un poco de práctica y entrenamiento mental, podrás hacer unas elecciones de amor a ti mismo que te sorprenderán.


El romper las áreas de lo que no te gusta de ti para catalogarlas, logrará dirigir tus esfuerzos hacia unas metas definidas. Tienes diversas opiniones respecto a ti mismo: físico, intelectual, social o emocional, y respecto a tu talento para la música, el deporte, el arte, las tareas mecánicas… tu autoestima no debe estar en relación directa con tu autovaloración. Tú existes. Tú eres un ser humano. Eso es todo lo que necesitas. Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Y tu propio valor es un hecho en sí, no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Puede que no te guste cómo te has portado en un momento dado, pero eso nada tiene que ver con tu autovaloración. Tú puedes escoger el se valioso para contigo mismo para siempre, y de ahí emprender la tarea de elaborar tus imágenes de ti mismo.
Wayne W. Dyer

sábado, 17 de diciembre de 2011

Nuevo premio "Nice blog"


Hace semanas que Magda me dejó otro premio en Trocitos de mí (no nos conocemos personalmente, pero esto ya huele a tongo, ja, ja...) Te lo agradezco de corazón, Magda, que pienses en mí, y que aprecies mi trabajo sin conocerme de nada. Me gusta mucho el nombre de tu blog: es tierno, sencillo y sintético.

Como siempre aceptar el premio, conlleva sus condiciones:

Compartir mis tres canciones preferidas. Puff, esto lo odio. Es como cuando te pidan que elijas un libro o una película... se quedan tantos por el camino, que es dificilísimo elegir sólo uno o unos pocos. Además, en este caso, me gustan tantos tipos de música, que es todavía más complicado. Pero lo intentaré.

La primera, más que nada por ser fiel a buena parte de mi juventud, es de El último de la fila. Como el otro día ya dejé mi preferida en el blog de la Esperanza, elijo esta para ahora: "Canta por mí".



La segunda, para otro de mis ídolos de juventud: Sting. Un auténtico clásico de The Police: "Every breath you take"



La última, por poner "algo" más de marcha y fuerza, es de Adele. Una cantante que acabo de descubrir hace unos pocos meses (sí... lo reconozco... no estoy muy puesta al día ...), y que tiene una voz increíble: "Rolling in the deep"



Compartir un sueño o un deseo: pues en estos momentos, consolidar mi trabajo de crecimiento personal, con la ayuda del Teléfono de la Esperanza, y, por supuesto, que esto me ayude a recuperarme de la enfermedad por la que estoy convaleciente desde hace nueve meses (aclaro que no es cáncer para que nadie se asuste).

Compartir el premio con tres blogs (otra cosa difícil, también... si ya me costó elegir quince...):

El primero es para Uno entre cien mil  porque son realmente admirables. He aprendido muchísimo de ellos, de Guzmán, y de Martina, por supuesto.

El segundo es para Crianza y educación, un nuevo blog de la autora de Adivina cuánto te quiero, que es uno de los primeros blogs que empecé a visitar, y en el que también he aprendido muchísimo. Le agradezco que no haya cerrado su primer blog aunque ya no le dedique tiempo.

El tercero (lo siento, tengo que hacer propaganda de la familia) es para mi gran cuñado artista, que, aunque todavía está "en construcción", empieza a difundirse por la red. Le deseo que llegue lejos, o, por lo menos, que venda algo ;-)  Fermín Lazcorreta.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Las apariencias engañan

Jesus+on+a+toasted+sandwich

Un error que cometemos con frecuencia: juzgar a la primera. Los casos que se presentan en el vídeo son muy exagerados, pero no hace falta llegar hasta ese extremo para sacar nuestras propias conclusiones sobre lo que vemos sin conocer todas las circunstancias:

viernes, 9 de diciembre de 2011

Tus zonas erróneas (I)

Morning+on+the+way+to+the+mountains+-+and+a+new+newsletter+today%21

Un libro imprescindible para tener de cabecera:

Tus zonas erróneas, de Wayne W. Dyer.

Cambiar tu manera de pensar, o de sentir, o de vivir es posible, pero nunca fácil. Si te dicen, amenazándote con una pistola, que dentro de un año vas a tener que hacer algo muy difícil como lanzarte del trampolín más alto, y que si no te fusilarán, seguro que te dedicarías en cuerpo y alma a entrenarte para lograr estos objetivos hasta que te llegara el momento de actuar. Estarías entrenando tu mente al mismo tiempo que tu cuerpo porque es tu mente la que le dice a tu cuerpo lo que tiene que hacer. Te entrenarías constantemente, y cumplirías tu cometido y salvarías tu vida.

Nadie pretende cambiar su cuerpo de un día para otro y sin embargo muchos esperamos que nuestras mentes sean capaces de un cambio repentino. Cuando tratamos de aprender un comportamiento mental diferente, pretendemos probarlo una vez y que luego se convierta, instantáneamente, en parte de nosotros mismos.

Si realmente quieres liberarte de las neurosis, realizarte y controlar tus propias decisiones, si realmente quieres alcanzar la felicidad del momento- presente, necesitarás aplicar el mismo tipo de disciplina rígida que necesitaste para aprender a pensar de forma autofrustrante, pues tendrás que desandar el camino mental que has seguido hasta la fecha (desaprender).

A fin de lograr plenamente este tipo de realización personal tendrás que repetirte hasta el cansancio que tu mente te pertenece y que eres capaz de controlar tus propios sentimientos. Tú puedes elegir lo que más te convenga, y tus momentos presentes son tuyos para que tú los disfrutes, si realmente decides estar a cargo de ti mismo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Calendario de Adviento


Hace tiempo que tenía ganas de hacer este calendario de Adviento que vi hace tiempo en Internet. Los hay chulísimos,  muy elaborados, y de distintas formas y presentaciones.

Se necesitan 24 o 25 cajas de cerillas, papel de regalo, un adorno para la cima, y sorpresitas que quepan dentro.



Es importante pegar las cajas de cada fila entre sí para poder envolverlas mejor, y pegar el papel de regalo a la fila, para que al coger el arbolito, no se separe.

En el frente de las cajas, se van poniendo los números (si se tienen de imprenta, queda mejor) aleatoriamente, dejando el 24 o el 25 en lo alto. Nosotros los decoramos con purpurina de distintos colores.

La estrella la hice con tres mitades de limpiapipas rojos, de una forma parecida a la de las mariposas. En el centro le puse un limpiapipas amarillo al que agarré dando vueltas por el interior de las puntas de las estrellas, formando un caracolillo al final; le pusimos purpurina en el centrol. Añadimos una cola, también amarilla porque si no no era la estrella de Navidad.



En el interior de la caja, aparte de dulces, se pueden meter tatuajes, pegatinas, algún muñequito pequeño, y también papelitos de colores con cosas que se pueden hacer en el día: "Hoy hacemos un bizcocho", "Hoy hacemos gelatina", "Hoy pintamos con pincel", "Hoy vemos peli con palomitas"...



Cuanto mayor sea la caja de cerillas, más grande puede ser la sorpresa, o se pueden meter varias si son muchos hermanos en casa.

Lo ideal es recopilar las cajas a lo largo del año, por eso del reciclaje, pero confieso que yo las tuve que comprar... Así que si alguien necesita cerillas... que nos las pida :-)

viernes, 2 de diciembre de 2011

Día Internacional de la Discapacidad: todos diferentes

edward+olive+fot%C3%B3grafo+de+boda+-+madrid+based+wedding+photographer+-+nominated+for+the+photoposedstagedshop+masters+2009


Y qué le voy a hacer si yo, amo lo diminuto.
Y qué le voy a hacer si yo, no quiero
que el océano sea tan profundo.
Y qué le voy a hacer si yo,
de pequeño encontré la fuerza de mi mundo.
Y qué le voy a hacer si yo,
si yo pienso que ellos y nosotros sumamos uno.
Qué le voy a hacer.

Y es que gota sobre gota somos olas que hacen mares.
Gotas diferentes, pero gotas todas iguales.

Y una ola viene y dice: oooohhhhhhh
somos una marea de gente,
todos diferentes, remando al mismo compás.

Y es que somos una marea de gente,
todos diferentes, remando al mismo compás.

Y una ola viene y dice: oooohhhhhhh

parece que te sigue
y el mundo repite.

Y qué le voy a hacer si yo, nací en el Mediterráneo.
Y qué le voy a hacer si yo, perdí las gotas de tu llanto.
De tus gotas me inundé, transparencias en mi sed,
soñé torrenciales de amor y fe,
como lluvia de primavera borrando grietas, igualando mareas

Y es que, gota sobre gota, somos olas que hacen mares,
gotas diferentes, pero gotas, todas iguales.

Y una ola viene y dice:
somos una marea de gente, todos diferentes
remando al mismo compás.
Y es que somos una marea de gente,
toda es diferente remando al mismo compás.

Y una ola viene y dice: oooohhhhh
parece que te sigue, ooooohhhhh
y el mundo repite: ooooohhhhhh

Y una ola viene y te dice:
parece que te sigue
y el mundo repite, repite.

Y otros dos vídeos tiernos, que ojalá se nos grabasen a todos en el corazón:




domingo, 20 de noviembre de 2011

Tormenta sobre la Bahía de Santander, y otros cuadros

Mi tierra es así, tan pronto luce un sol espléndido, como aparecen unos nubarrones negros a lo lejos, y lo cubren todo de tinieblas, haciendo descender la temperatura hasta una decena de grados.


Hace poco, hemos podido obsevar claramente, por el ventanal del salón, cómo de una tormenta que llegaba por el Oeste iba cayendo la lluvia sobre la Bahía. De ese punto cardinal, nos llega precisamente "el gallego", nombre que recibe por aquí el viento de los chubascos.

Tengo que reconocer que somos unos privilegiados; cada día podemos disfrutar de un cuadro distinto. El mar, el cielo y las montañas cambian constantemente.



Puedes ver cómo entra la corriente en el cambio a la pleamar, y comprobar más tarde cómo ha subido la marea, o que está tan baja que se ven los arenales del fondo. La superficie del agua brilla transparente con el sol de la mañana,  o se torna con el de la tarde, de un añil tenue, entreverado de ondas serpenteantes, más claras. El viento Sur pica su superficie verde con peñascos de espuma blanca, y el Nordeste la tiñe de un azul oscuro intenso. El amanecer la convierte en rosada o anaranjada. Sin embargo, se apaga o se ennegrece los días nublados o de lluvia. Si el resolillo asoma entre las nubes, brilla como un espejo y le arranca destellos plateados, pero, a medida que la luz desaparece, los reflejos se van apagando hasta que el cristal pierde su azogue mágico por completo.




Sin duda, una de las visiones más llamativas tiene lugar en las noches de luna llena; si hay suerte de que el cielo esté despejado, riela blanca, grande y brillante sobre sus aguas. ("Con cien cañones por banda", qué ilu me hace usar ese verbo, je, je...)




En cuanto a las montañas, ellas aparecen y desaparecen a su antojo. Siempre he pensado que a los turistas les tiene que sorpender este espectáculo. Tal vez, lleguen a Santander en un día nublado en el que solo vean la gran masa de agua de la Bahía limitada por nubes grises, negras y blancas al otro lado. Pero puede que, al día siguiente, luzca un sol radiante, y haya brotado, como por arte de magia,  la Peña Cabarga rodeada de todas las sierras cercanas y lejanas de nuestra provincia. E incluso que emerjan claramente los Picos de Europa por el Oeste. El espectáculo se completa con el juego de luces; según el momento del día, el viento que sople o la estación del año. En ocasiones, la luz las acerca tanto que parece que las puedes tocar; otras, perfila sus contornos dorados, o hace brillar la nieve sobre sus cumbres y laderas.


Cantabria, y, en general, la cornisa cantábrica, no es una tierra fácil para vivir si no te acostumbras a estos cambios, a las largas temporadas de lluvia intensa o a la humedad. Pero sí que es fácil admirar su gran belleza. Por algo, se han utilizado mensajes publicitarios para atraer el turismo como "Cantabria, la creación sigue", o "Cantabria infinita".

Isla de Mouro (El Sardinero)

Somiedo (Asturias)


jueves, 17 de noviembre de 2011

Frases célebres de mis hijos (VII)


Gracias a Valentina, de la UP, que abrió el foro de frases célebres, he cogido la costumbre de anotar las ocurrencias de los niños, y me alegro porque, si no, se olvidan con mucha facilidad. Aun así, seguro que siempre se queda alguna en el tintero.

Viendo el telediario, Jaime le pregunta a su hermano: “Jesús, ¿quién te gusta más esta chica (la presentadora) o mamá?” A Jaime, por supuesto, le gusta más mamá. Jesús, muy diplomático que es él, contesta que la chica del telediario también es muy guapa.

No sé por qué a mis hijos les encanta ver Supernanny. Lo he comentado con más amigas, y a los suyos, también. Me pregunta Jaime, “¿Mamá, pero Supernanny existe?” Yo, "Sí", "¿Y por qué no la vemos nunca por la calle?" Yo, "Por que vive en otra ciudad" "Ah, claro, que vive en otro país..."

Íbamos a ir a comer a un restaurante al que nos suelen invitar mis padres; a mis hijos les encanta. Le pregunta su padre a Jesús, “¿Qué te gusta más el restaurante o la pizzería?” “Los dos” (Ya he dicho que es muy diplomático) “¿Qué te gusta más el restaurante con los abuelitos, o la pizzería con tu prima (tiene doce años, y la adoran)?” “Las dos cosas” “¿Qué te gusta más el restaurante o la pizzería con los abuelitos, con los tíos y con tu prima?” “Las dos cosas” “A ver, ¿quién te gusta más fulanita (una compañera de clase) o “menganita” (otra compañera)?” “Fulanita” ¡Por fin, se mojó! Eso lo tiene muy claro.

A Jaime le salió un sarpullido por el tronco a causa de la fiebre. Esta es su explicación: “Tengo un zarpazo aquí” (señalándose el pecho)

También estaba afónico y decía: “Me he cambiado de voz” Por la tarde, que ya pasó a ronquera, me pregunta lastimosamente: “Mamá, ¿por qué tengo esta voz?”

Jesús, mientras estaba sentada en el sofá haciendo unas cosas de un curso de autoayuda al que voy, y él con sus deberes, en la mesa del salón. “¿Tú también haces deberes con enunciados? Jo, qué morro, yo también quiero hacer deberes en el sofá.” Yo, “Cuando tengas 39 años, los harás.” Él, “Cuando tenga 39 años, ya no haré deberes.” Yo, “Mírame a mí.” Él, “Claro, es que tú te apuntas a cursos.” Ja, ja, ja… claro, es que ¿a quién se le ocurre?

Jaime, “¿Cómo pueden dormir los chinos si tienen los ojos cerrados?”

Le hice una relajación a Jesús, porque, últimamente, está muy alterado. Es un niño muy tranquilo, y muy bueno, pero, a ratos, le ha dado por desobedecer, por lloriquear cuando no consigue algo, hacer el tonto y no escuchar… (Por si acaso era que cogía ideas, le he dicho que ya no dan Supernanny) Así que le leí una relajación para niños, en la que tienen que imaginar un jardín. Y le encantó; me dice: "mamá, casi me duermo, pero también me entraban ganas de llorar de lo bonito que era." ¡Qué lindo!

Por las mañanas, cuando se van al cole, les doy un beso, y les digo a cada uno “Pásalo bien”. Una mañana, Jaime, se da la vuelta, viene corriendo a darme otro beso, me agarra la cara con las dos manitas y me dice, con una gran sonrisa, como de haber tenido una buena ocurrencia “¡Mamá, y tú, pásalo bien en el Instituto!” ¿No es para comérselo?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Una de bichos

No es que yo sea entomóloga, ni precisamente muy amiga de los bichos, pero, de vez en cuando, nos encontramos cosillas interesantes como estas.
Tengo que dar las gracias a Marian, de La Cambrila, que me descubrió que, además de admirar estos pequeños detalles, puedo fotografiarlos (aunque no tan bien como ella).


Insecto camuflado en una mata de lavanda

 
Mantis religiosa en La Hermida

Libélulas procreando junto al río Nansa

Cigaena Negra en el Pirineo de Lérida


martes, 1 de noviembre de 2011

Frases célebres de mis hijos (VI)


Hablando de un niño que hace muchas tonterías, comentamos “Bueno, es que se madura poco a poco” Jesús, riendo sorprendido “¿Qué pasa? ¿Es que los niños estamos verdes?”

Jaime se despierta a las dos de la mañana con dolor de barriga, y se viene conmigo a nuestra cama. Parece que tiene muchos retorcijones, y dice con voz convencida, seria y lastimera: “Yo quiero dormir con mamá, pero es imposible”. La cosa acabó en el cuarto de baño, como era de esperar.

Jesús, hablando con su padre de por qué los corredores de Fórmula Uno cambian tanto de equipo. Su padre le dice que son como los futbolistas, que “no se casan con nadie”, y se van con el que más dinero les da. Entonces dice Jesús, muy convencido: “Ah, ya entiendo: que como tienen que jugar en muchos sitios, ya no pueden ver a sus mujeres, ¿no?”

Jaime vino el otro día muy contento porque su profe les dijo que iban a ir al Museo Marítimo. Una noche me dice, preocupado: “No quiero ir al Museo Marítimo en autobús porque ¿y si se olvidan de desatarme el cinturón?” A veces, no entendemos por qué sufren los niños… Imaginaos qué angustia el pobre; pensará: “¿Y si me quedo aquí, atado al asiento y nadie se da cuenta?”

Jaime, antes de dormir: “Mamá, te quiero con corazones de amor” ¡Me lo como!

viernes, 28 de octubre de 2011

Leer: obligar o no obligar, he ahí la cuestión (I)

J&J, con 6 y 4 años

El otro día le preguntaban a Rosa Jové en televisión (1:12) sobre cómo inculcar el hábito de la lectura en los niños, y ella contestaba que no le gustaba la palabra hábito porque implicaba acostumbrarlos a algo que no les gusta hacer, y que la lectura hay que inculcarla como placer, no como obligación.

6 meses
Hace poco, estaba en la puerta de una preciosa librería infantil, cuando pasó una niña de unos cuatro años con su madre, por delante del escaparate. Ante la insistencia de la pequeña para entrar, la madre la disuadió diciéndole que todavía no sabía leer, que cuando aprendiese en el colegio, volverían.

Quiero creer que fue la excusa que se le ocurrió sobre la marcha porque llegaban tarde a otro sitio, pero me dieron ganas de preguntarle a la madre si ella tampoco había aprendido a leer todavía; pensé con pena si es que aquella niña no tendría cuentos en casa, cosa que dudo. Esa madre desaprovechó una buena ocasión para afianzar el gusto por la lectura en su hija, y para no tener que imponérselo más adelante como hábito.

7 meses

No hace falta saber leer para disfrutar de los libros, y más, teniendo en cuenta el amplio abanico que existe hoy en día. Con una vez que les leas un cuento, si todavía no han aprendido, a ellos les sobra para disfrutar a solas de él, e incluso para "releerlo" a su manera.

La mejor manera de que un niño se acostumbre a leer es rodearlo de libros adecuados para cada etapa, y dejarlos a su alcance desde que es bebé.

Las bibliotecas públicas ofrecen una oportunidad única para disponer de un mayor número de libros, variados en cantidad y temas. Conviene acostumbrarlos cuanto antes; hay bibliotecas que incluso tienen espacios dedicados a los bebés y a los más pequeños; además, suelen organizar actividades y cuentacuentos de manera periódica.

9 meses
Por supuesto, será difícil que nuestros hijos cojan el gusto por la lectura si no predicamos con el ejemplo, ni nos ven a nosotros hacerlo habitualmente. Al igual que la pasión por un deporte o por un equipo, se transmite de padres a hijos gracias al entusiasmo de los primeros, lo mismo ocurre con la lectura. Unos padres apasionados por la lectura, se apasionarán también al elegir cuentos para sus hijos, y les sabrán transmitir ese placer.

A veces, los adultos le damos imporancia a la lectura, no por tratarse de una alternativa de ocio, o una pasión, sino por la utilidad didáctica que representa. Por supuesto, es una herramienta fundamental en el aprendizaje, pero no olvidemos seleccionar libros de calidad sin olvidar sus gustos:  que les diviertan, que los atraigan.

La lectura no sólo es algo útil, es una fuente de diversión, y la inicación al arte de la Literatura.

1 año y medio

miércoles, 26 de octubre de 2011

Buscando la luz

En la parte alta de Luarca (pueblo natal de Severo Ochoa) se encuentra Villar (donde veraneaba el premio Nobel), una zona residencial con numerosas casas de indianos que son una preciosidad.

De entre todas, nos llamó la atención un palacete abandonado, cuyo nombre es testigo del esplendor del que debió de disfrutar en su día: Villa Excelsior.

Se accede a él por una avenida que hace tiempo debió de ser señorial. Hoy alberga el misterio de lo que el camino, el jardín, los muros, las escalinatas, las ventanas y las paredes de la casa vivirían en su época gloriosa, y el encanto de la vegetación silvestre que la decora actualmente.


Buganvilla trepando al cielo


Parte del palacete en ruinas


Campanillas traspasadas por la luz


viernes, 21 de octubre de 2011

Conseguir tus deseos (El secreto IX)

Happy+Smiling+Girl+Holding+Lucky+Clover
Wishes do come true...
Si investigas un poco, te darás cuenta de que todas las personas que han conseguido algo, no sabían cómo lo iban a hacer. Sólo sabían que iban a hacerlo.

La mayoría de las veces, cuando no vemos las cosas que hemos pedido, nos frustramos. Nos decepcionamos y empezamos a dudar. La duda trae la decepción. Cambia la duda. Reconoce ese sentimiento y sustitúyelo por otro de fe inquebrantable. "Sé que está en camino"

Una vía rápida para ponerte en esa frecuencia es decir: "Ahora ya estoy recibiendo. Estoy recibiendo todo lo bueno que hay en mi vida, ahora. Estoy recibiendo [rellena tu deseo] ahora" Y siéntelo. Siéntelo como si ya lo hubieras recibido.
(Pág.51, 52 y 53)
Rhonda Byrne, El secreto

martes, 18 de octubre de 2011

Eres lo que lees


Quien hizo esta foto se acordó de mí, y del blog, cuando lo vio. A veces, se encuentran pintadas inspiradoras.

Realmente, lo mismo que eres lo que comes, eres lo que lees. El primer factor alimenta tu cuerpo, y el segundo alimenta tu mente, tu alma, y contribuye a formar tu personalidad. Si mal no recuerdo, había una campaña dirigida a los padres, para fomentar la lectura que comparaba ambas cosas; me parece que decía algo así como "¿Sabes lo que le gusta comer a tu hijo y no sabes lo que le gusta leer?"

Supongo que todos recordamos libros, no sólo que nos han hecho compañía, sino que nos han marcado, que nos han hecho cambiar de opinión sobre algún aspecto que creíamos irrefutable, que nos han ayudado a dar un giro a nuestras vidas, que nos han orientado en algún aspecto o que nos han hecho interesarnos por personajes, acontecimientos, países... determinados.

De cualquier forma, la lectura abre la mente.. sobre todo, si no es cualquier lectura.

Cualquier lugar es bueno para leer


viernes, 14 de octubre de 2011

Usa el amor en tu beneficio (El secreto VIII)

Sunset+over+Amsterdam+%28Frontpage%29

Si tienes pensamientos desagradables respecto a alguien, experimentáras la manifestación de esos pensamientos desagradables. No puedes perjudicar a otro con tus pensamientos, sólo te perjudicas a ti mismo. Si tienes pensamientos de amor, adivina quién recibe los beneficios, ¡tú! Si en tu estado de ánimo, predomina el amor, la ley de la atracción o la ley del amor responderá con toda su fuerza porque te encuentras en la frecuencia más alta posible. Cuando mayor sea el amor que sientes y emanas, mayor será el poder que estás utilizando.
(Pág. 39)
Rhonda Byrne, El secreto

lunes, 10 de octubre de 2011

Amanecer

Está habiendo este otoño unos preciosos amaneceres sobre nuestra Bahía. Eso acompañado de una bonita música para ir despertando a la familia, hace las mañanas del nuevo curso un poco más llevaderas:



jueves, 29 de septiembre de 2011

Cambia tu estado de ánimo (El secreto VII)


Rhonda Byrne, El secreto
¿Sabías que cuando estás desanimado puedes cambiar tu estado de ánimo en un momento? Pon una música bonita y empieza a cantar, eso cambiará tu estado de ánimo. Piensa en algo hermoso. Piensa en un bebé o en alguien a quien quieras mucho y disfruta con ese pensamiento. Mantén ese pensamiento en tu mente. Aparta todo lo demás y retén ese pensamiento. Te garantizo que empezarás a sentirte bien.

Hazte una lista de recursos para tenerlos a tu disposición cuando los necesites. Con recursos, me refiero a las cosas que pueden cambiar tus sentimientos en un momento. Pueden ser recuerdos hermosos, acontecimientos futuros, momentos divertidos, la naturaleza, una persona que amas, tu música favorita. Cuando te des cuenta de que estás enfadado, frustrado o que no te sientes bien, recurre a tu lista de recursos y enfócate en uno de ellos. Según el momento, te servirá uno u otro, de modo que si uno no te funciona, prueba con otro. Sólo necesitas uno o dos minutos para cambiar de enfoque y cambiar de frecuencia.
(Pág. 37-38)

lunes, 26 de septiembre de 2011

Frases célebres de mis hijos (V)



El otro día fuimos, por primera vez, a cenar a una pizzería en la que comemos de vez en cuando. Jesús: “¿Por qué hay tantas motos por la noche?” Su padre: “¿Por qué por la noche hacen muchos repartos a domicilio?” Jesús, “¿Y quién es domicilio?”

Jaime se arma un lío con las palabras con diptongo: "estuata", y "tuataje"… ¡qué difícil! También, después de ver Chagingtong (una serie de trenes, que les encantan), "mis trenes están entretenándose” (quería decir entrenándose) Ah, y no se quiere poner el “serjey” nuevo (el jersey)

Jaime: “Cuando me muera quiero vivir en una nube”. Jesús: “Pero que dentro tenga una casa”.

Jesús tenía que lavarse los dientes. Yo estaba en mi habitación, y le oía que andaba trajinando “silenciosamente” por el salón, que está al lado. “Jesús, ¿dónde estás?” Nada, silencio. Otra vez, “Jesús, ¿dónde estás?” Silencio de nuevo, pero lo sigo oyendo; sigilosamente, eso sí. “Jesús, ve a lavarte los dientes” Por fin, él, “¿Por qué lo sabes?” Yo, “Es que las madres lo sabemos todo, si no, no seríamos madres”.

Jaime: “Mamá, he visto en Misa a una señora que ya le debe de faltar poco para morirse” (¡pobre mujer!) Ya he comentado otras veces que le preocupa mucho la muerte, pero, últimamente, más porque se murió su bisabuela.

Jaime: “Samuel (su mejor amigo) estaba llorando porque no quería bajar al patio. Luego, en el patio, lloró un poquito, pero después se punió contento”