Entrevista a la autora de 'Cosas que ocurren aunque tú no las
veas'
Alicia Huertas: "Escribir esta novela ha sido como salir del
armario y explicar lo que es 'el síndrome de fatiga crónica'"
"Tenemos que aceptar nuestros propios límites y aprender a reírnos de
nosotros mismos"
¿Pueden ocurrir cosas a tu alrededor sin que te des cuenta? ¿Cuánto crees que
podría llegar a ocultarte la persona que amas? ¿Hasta cuándo? ¿Cómo
reaccionarías si alguien pretendiera convencerte de que esa persona que crees
conocer bien se mueve en las sombras y oculta un horrible secreto?
Elisa, la protagonista, ha aprendido a moverse con pericia a través de los
matices de ese engaño que a menudo envuelve sutilmente nuestra vida.
Pelea, además, contra sus miedos y sus fantasías ocultas, enfrentándose
también a una enfermedad que limita las reacciones de su cuerpo. Pero, sobre
todo, se desgarra en su interior a causa de sus sentimientos.
Está en guerra consigo misma, pero no le quedará más remedio que alcanzar un
armisticio para aventurarse en una acción de acontecimientos inesperados,
siempre al límite, durante la cual tendrá a su lado a tres hombres muy distintos
entre sí. ¿De cuál de ellos puede fiarse?
Cada uno en su papel, estos hombres serán los responsables de que Elisa tenga
que plantearse la posibilidad de que, en ocasiones, las cosas que se ignoran
acerca de una persona son más que las que se conocen. Incluso, de mayor
envergadura.
Es el poder de lo invisible, la infinita energía de todo aquello que nos
empeñamos en rechazar simplemente porque no somos capaces de verlo. Pero está
ahí y puede llegar a implicarte poniendo en peligro tu vida.
LA AUTORA
Alicia Huerta nació en Madrid, donde estudió Derecho y ejerció durante más de
una década su profesión, especializada en Responsabilidad Civil. Más tarde vivió
en Londres y en Roma, ciudades en las que comenzó su actividad como traductora y
escritora. Actualmente es columnista del periódico
El Imparcial, así como
crítica de ópera y cine en el citado diario digital. En enero de 2011 publicó su
primera novela, 'Delirios de Persecución', un thriller ambientado en el opaco
mundo que rodea el tráfico internacional de obras de arte.
P- El Derecho, la Literatura... ¿Esperabas ésto? ¿Era tu vocación, lo
querías?
R- Sinceramente no. La vida me ha ido ayudando y sin saber
ni siquiera adónde me estaba llevando. Han sido momentos que tienes que ir
planteándote según van apareciendo. El Derecho.... cuando estudié Derecho es
porque me gustaba, cuando lo ejercí me gustaba. No tuve idea de dejarlo, entre
medias se me cruzó el periodismo y de lo que era... lectora de novelas, pasé a
escribir.
P- Te preguntaba por tu trayectoria porque hay un paralelismo enorme entre
Alicia y Elisa. En cuanto trabajo, en cuanto intereses y en cuanto a lugares
dónde ha vivido. ¿Hay algo más?
R- Me gustaría pensar que cada vez hay menos. Elisa desde que se escribió
hasta que ha salido publicada ha sufrido una serie de transformaciones, menos
que las que creo haber sufrido yo. Como en toda primera novela es bastante
autobiográfica y también me ha servido para aprender cosas que hacía como Elisa
y que aprendí a no hacerlas una vez que vi que las estaba haciendo Elisa. Verlo
escrito siempre te ayuda a reconocerte y al mismo tiempo a cambiarlo, si
puedes.
P- Porque hemos visto que esta es tu segunda novela. En realidad es la
segunda que publicas, aunque la primera que escribiste...
R- Efectivamente
P- Parte de esta evolución que reconoces tu misma haber seguido, tiene
mucho que ver con que volcaras todo eso en este personaje.
R- Yo no sabía que estaba escribiendo una novela. Era simplemente algo que
surgió un personaje en el que vas volcando muchas cosas tuyas. Es lo bueno que
tiene el papel y la ficción, puedes exagerarlo y juraras que no eres tú. Pero
tiene cosas mías. Fue un poco como cumplir un sueño. ¿La meta era la novela? No.
Pero si recuerdo hace algunos años, recién acabad la carrera de derecho,
contemplando un paisaje en Cantabria, que es donde se desarrolla 'Delirio de
persecución', dije en voz alta "¡Que pena no haber nacido con el don de la
escritura en un lugar así y pasarte una temporada escribiendo!"
P- Teresa padece el síndrome de fatiga crónica. Es una enfermedad muy poco
frecuente y muy difícil de diagnosticar. A menudo los síntomas son varios, es un
proceso muy duro. ¿Por qué esa enfermedad? Yo creo que también hay mucho de ti
en esa parte de Elisa.
R- Sin duda. Para mí cosas que ocurren aunque tú no las veas sirven para
salir del armario. Es una enfermedad muy complicada de diagnosticar, como tú has
dicho, aunque cada vez menos. Pero... pero sí es cierto que el hecho de publicar
Elisa cuando yo lo había dejado en un cajón y había publicado 'Delirios' que
había hecho después de ésta. Y lo hice porque me siento en la obligación. La
poca voz que yo pueda tener sirva para que la gente conozca esta enfermedad,
comprenda más a la gente que la padece, porque es una enfermedad que realmente
es dura. Muy dura. Limita. Y, encima, es invisible. Y se puedo hacerlo un poco
más visible, es todo lo que le pido a la novela.
P- Sin embargo, hay una parte de ella, que sorprende, que en pareja,
vuelca todos sus miedos, se vuelve más complaciente y casi nos molesta cuando la
vemos. ¿El miedo tiene un poder paralizador en las personas?
R- Sin duda. Todos pretendemos agradar y si tú crees que hay una parte de ti
que nunca va a agradar tratas de compensarlo de otra manera. Hasta que ella
misma se da cuenta que es una tontería, que ella es mucho más original y mucho
más completa, incluso con eso, porque la hace ser más especial. Hasta que ella
se da cuenta de que eso no es el amor.
P- Además, para Elisa, está siempre ahí. Cuando el lector se olvida
vuelve, vuelve, vuelve. Y lo sufre con ella. Cuando parece que se había olvidado
por otras cosas.
R-
La novela es una historia de auto-superación. Es verdad, la enfermedad
está ahí y yo no he querido que nadie se olvide de que está ahí. Porque no se
cura. Simplemente, aprendes a vivir con ella. Hay terapias que te ayudan a vivir
con ella. Hay tratamientos que te mejoran. Pero al mismo tiempo quería demostrar
como una persona, por mucha enfermedad que tenga, es una persona maravillosa,
con una fuerza tremenda. Y lo que le falta por un lado lo sabe compensar por el
otro.
P- ¿Y el proceso de escritura fue también terapia para ti? ¿Terapia de
mente y corazón?
R- Sin duda. Yo no sé si queriendo evitar enseñar mi punto vulnerable yo
había llegado a ocultar mi enfermedad a todo el mundo. Excepto mi familia y dos
amigos muy cercanos, yo ni siquiera había dicho que la padecía. Escribir el
libro fue como salir del armario 'ya no me preguntéis más, léete la novela y
ya'. Pero yo me siento una privilegiada, hay mucha gente que no puede
hacerlo.
P- ¿Qué te había llevado a dejarlo en el cajón?
R- No me parecía que fuera literariamente lo que yo quería. Yo ya había
escrito 'Delirios'. Si yo no había escrito 'Delirios' no hubiera tenido ninguna
duda, pero al haber escrito 'Delirios' y hacer una comparación, eso me generaba
pudor. Pero tuve que renunciar a ese pudor, porque la historia, el personaje y
la gente que lo padece merecían que fuera adelante.
P- Elisa, intuyo, es un personaje como tú, valiente, idealista...
R- Gracias
P- La protagonista, Elisa, está inmersa en una crisis de confianza. Se
dice que es un síntoma de nuestra sociedad. Es un poco lo que nos pasa, que
desconfiamos ¿viene del miedo... que nos hace desconfiar?
R- La falta de confianza, que es falta de amor a uno mismo y luego a los
demás, te lleva a encerrarte. Por ejemplo, yo acabo de confesar que oculté mi
enfermedad, ¿por qué?, por miedo a que me juzgaran los demás, a que me vieran
distinta a como me habían visto hasta ahora, como 'Alicia la fuerte', la que
hacía todo y la que nunca se paraba. Y ahora, de repente, Alicia se paraba. El
miedo es el que nos lleva a comportarnos de manera ridícula, porque en el fondo
no engañamos a nadie, a no confiar, a no abrirnos y a vivir una vida mucho menos
completa o auténtica.
P- No quiero irme sin preguntarte por el futuro. Con una trayectoria tan
sorprendente... ¿seguimos en el periodismo? ¿seguimos en la novela?
¿Habrá una tercera?
R- A 'Derecho' no vuelvo (ríe). No. Estoy encantada con mi trabajo en el
periódico, la crítica de ópera y cine, mi columna, estoy feliz. El resto del
tiempo lo dedico a escribir la tercera novela. La historia ya está escrita, y
ahora está en manos de mi correctora fetiche - sin ella no hago nada - y una vez
que me la vuelva y la corrija yo, nos pondremos a buscar editorial para dar un
pasito más.
P- Los puntos de debilidad en Elisa son evidentes. Su enfermedad, que esta
ahí y porque es víctima de engaños, la trama va por ahí y porque,
emocionalmente, se muestra inestable, está sola. Al final, lucha contra sus
fantasías, lucha contra sus miedos y al final puede con todo. ¿Es la voluntad la
clave del todo, que hace que nos enfrentemos a todos independientemente de cual
sea nuestra condición física?
R- Sin duda, yo creo que la mente puede con cosas inexplicables. Lo vemos en
los deportistas que corren sin piernas, que escalan montañas. Lo vemos en esas
personas y lo vemos constantemente en gente que no tiene las facilidades que
tenemos nosotros. Algo fundamental: lo primero que tenemos que hacer es aceptar
nuestros propios límites, no ir más allá, no exigirnos más, si no volvemos a la
falta de confianza.
Si yo intento hacer algo que antes hacía, pero ahora no puedo, me voy a
frustrar. Pero si acepto que mi vida tiene que cambiar y me voy a reciclar. Pues
ya no me siento tan inseguro y la mente, desde luego, lo primero... sin ese afán
de superación cada día, ni siquiera una persona que esté completamente sana
debería de vivir.
P- En el libro también hay mucho de pasión y amores y hay tres hombres.
Tres personas con las que Alicia se relaciona y que al final son tres
desconocidos. ¿En las relaciones hombre-mujer pasa esto, que nos protegemos
tanto que, casi, ni nos conocemos?
R- Desde el principio estamos siempre ocultándonos todo lo que no nos gusta y
nos lo ocultamos a nosotros mismos. Pero si no te conoces a ti mismo,
difícilmente vamos a conseguir que nos conozcan los demás. Sí, creo que a veces
somos absolutamente desconocidos.
P- ¿Cómo se supera esto?
R- Lo primero es saber reírse de uno
mismo. No tener miedo a la crítica y entregarte. Pero también hay que ver con
quién te relacionas. Tienes que tener en frente a alguien que esté dispuesto a
abrirte a ti. Lo que nos lleva a tener tanto miedo, es el temor a ser juzgado,
que nos lleva a seguir escondiéndonos.
P- Sin desvelar nada, Elisa se encuentra en la trama con el horror de la
'Trata de Blancas'. Parece impensable que siga ocurriendo en el Siglo XXI,
tantas mujeres atrapadas sin derecho, sin identidad y sin nadie a quien acudir.
¿Esto también era un objetivo de la novela o te topaste con ello como
Elisa?
R- No estaba en el plan. Elisa me llevó, en el plan no había nada. Yo
escribía sobre ella, su enfermedad y sus desengaños amorosos y me llevó a la
'Trata de Blancas'. Sí es verdad que cuando comienzas a documentarte para
escribirlo te parece de una brutalidad increíble. Niñas muy pequeñas, países
como Albania en la que ya hay gente que no se atreve a ir al colegio para no ser
raptada.
Algunas mujeres consiguen escapar y cuando vuelven ni siquiera las reciben
porque, culpables o no, las familias consideran que les han deshonrado. Son
vidas destrozadas, llegan a sentirse como los damnificados por la tortura, se
sientes culpables de lo que han hecho. Es un comercio brutal, las mafias se han
dado cuenta que es más rentable vender una mujer, que vender drogas. La mujer la
puedes vender muchas veces y no tienes que esconderla en dobles-fondos.
Simplemente amenazas con hacer daño a su familia.
P- ¿Descubrir esta situación tan dramática ayuda a Elisa a superar su
propio dolor?
R- Sin duda. Elisa deja de pensar en si misma y en todo lo que le rodea
cuando se topa con el personaje de la niña.
P- 'Delirios' se publicó en 2010, tengo entendido que es una auto-edición
como incentivo de personas que se lanzan al mundo de la publicación ¿Lo
recomendarías?
R- No fue algo meditado. No pensé 'voy a publicar una novela', voy a ver
quien me la publica. Lo cierto es que fue un poco azar, tanto 'Elisa' como
'Delirios' ya estaban escritas. Mi padre, hablando con su vecino, resultó que su
hijo tenía una editorial y lo hizo todo él. Y tuvo una buena escogida. ¿Lo
recomiendo? Sí.
El que tiene una historia interesante que contar siempre estará bien que la
cuente. Pero inconvenientes ahí, y no quiero que nadie se quede sin saberlos, ya
que tengo esa experiencia. Lo fundamental es que, a nivel de la propia comunidad
literaria, escritores y librerías, siguen sin ver bien la auto- publicación,
cuando lo más original y los más obvio es que un invierta en su propia obra.
¿Dónde mejor invertir mejor que en tu propia obra?
Que la has hecho con cariño, de la mejor forma que sabes. Te encuentras con
el problema de la promoción. Las grandes superficies no la van a caer y las
pequeñas librerías, si la cogen, la dejarán en una estantería entre tres libros
más. Es complicado salir adelante con una editorial pequeña (MTM). La de 'Cosas
que ocurren aunque tú no las veas' es una editorial de Barcelona que ha
trabajado de manera fantástico, pero con el problema de la distribución