Cuestión que nos vuelve locos a los padres por muchas razones.
Es la primera vez que Jaime celebra su cumpleaños: seis años. Como hicimos con Jesús la primera vez, invitamos a unos pocos amigos y primos a casa.
¿Quién no recuerda la magia de estas celebraciones en su infancia? La preparación de la tarta, de la mesa, de la merienda, de los juegos, la llegada de los invitados... Pienso que ningún niño debería privarse de esta experiencia con que almacenará recuerdos en el futuro.
Yo también disfruté y acabé muy satisfecha de la experiencia. Había preparado una serie de juegos, con ayuda de Jesús, que fueron todo un éxito. Hicimos dos antes de la merienda, para romper el hielo, y los demás, después.
Previamente, habíamos pintado, recortado, pegado en cartulinas, y colgado de cordones de lana, medallas para todos los invitados. La única niña, para la que Jaime la pintó de rosa y morado, quiso que se la decorásemos con purpurina.
La ayuda del hermano mayor es fundamental para que se sienta importante y no se aburra. La ayuda de Jesús fue buenísima. Me sorprendió ver cómo explicaba y organizaba cada juego, y ordenaba a los niños para formar círculos de una manera muy práctica.
Toca, toca
Lo primero es introducir objetos de distintos materiales, texturas y tamaños, dentro de
la bolsita. Los niños naturalmente no deben ver qué se introduce dentro. Una
cuchara de madera, un tenedor, una pelotita, un peine, un colador, una piña, una manzana... lo que se te ocurra. El chico que
acierte puede quedarse con el objeto. Gana el que mas objetos acierte.
Bomba
Mínimo
de personas, cinco. Se ponen en círculo y uno, en medio. Los jugadores
del círculo se pasan la pelota. Mientras, el del medio, con los ojos cerrados, va contando
hasta 10 y saca un brazo; 20, y saca el otro; 30, y levanta un brazo;
40, y levanta el otro brazo... Al llegar a 50 da una palmada y dice "bomba"...
Quien
tenga el balón en las manos se sienta con las piernas estiradas
y el jugador que esté a su lado tiene que saltar por encima de
él... así todos hasta que quede uno, que es el que se coloca
en medio. Y volver a empezar.
Saltar
con globo
Todos
los niños se colocan sobre la línea de salida con un globo entre los tobillos.
A la señal dada, todos van pegando saltitos hacia la meta. Quedan eliminados
los que dejan caer el globo al suelo o lo pinchan. Gana el que llega primero.
También se puede hacer con pelotas hinchables. Como en nuestro pasillo, no
cabían todos los niños, fuimos haciendo eliminatorias de dos en dos.
Soplar
el algodón
Los
jugadores se sientan en la mesa, en la cual se coloca un tapón de algodón en el
centro. Los peques tienen que, con las manos en la espalda, soplar tan fuerte
como puedan el algodón hasta hacerlo caer al suelo. Gana quien antes lo
consiga.
¡Pajarito,
pía!
Alternativa
a la gallinita ciega en espacios
reducidos.
Los
niños se sientan en el suelo, en círculo. Uno de ellos, que tiene los ojos
vendados, debe girar sobre sí mismo en medio del círculo hasta que no sepa
dónde está. Entonces, debe buscar a alguno de los otros niños y sentarse sobre
su regazo. El niño con los ojos vendados debe decir "¡Pajarito, pía!",
y el niño sobre el que está sentado tiene que imitar el piar de un pájaro. El
niño que la paga debe intentar adivinar de quién se trata. Si se equivoca, debe
buscar otro niño y repetir la misma pregunta hasta que adivine quién esta
piando. Entonces, el niño que ha piado pasará a tener los ojos vendados.
¿Dónde está la
pelota?
Los niños se sientan en círculo, muy
juntos. Se escoge uno de los jugadores, que se coloca en el centro del círculo.
Los niños de pie en el círculo se van pasando la pelota de tenis a escondidas
por detrás de sus espaldas, a veces hacia la izquierda, a veces hacia la
derecha... mientras el niño en el centro
intenta adivinar quién tiene la bola. Si acierta quién tiene la bola en
un momento determinado, se cambian los puestos y ¡sigue el juego! También se
puede hacer con un cascabel.
Baile
Por parejas, se coloca una manzana o una pelota de tenis, sujeta
por la frente de los participantes y se pone música, la pareja que consiga
bailar durante más tiempo sujetando la manzana gana.
El regalo de mil capas
Es una gran idea para sustituir a la piñata en un piso pequeño, y para tranquilizar a los niños.
Se prepara un regalito envuelto en varias capas de
papel. Se meten golosinas o baratijas entre capa y capa. Los niños deben sentarse
en un círculo y se le da el regalo al cumpleañero. Se enciende la música (es
conveniente disponer de una cinta o CD de música popular) y los niños deben
pasarse el regalo de uno a otro. Cuando se apaga la música, el que tiene el
regalo en este momento debe quitar una capa de papel. Si se ha metido una
golosina o un regalo, se puede quedar con ello. Se pone la música otra vez, y así hasta que
al final, cuando se hayan quitado todas las capas de papel, el niño que destapa
el regalo se queda con él.
2 comentarios:
Gensanta!!!! No se aburririan, verdad???
Que cantidad de juegos y qué divertidos parecen!!
Que pena que cuabdo nos hacemos mayores dejamos de hacer este tipo de cosas... Habría que montar un parque de bolas para adultos...
Jajaja, cuando acabó, yo no sentía las piernas, pero ellos estaban felices ;-)
Publicar un comentario