Despidámonos del Año Viejo con alegría y agradecimiento por todo lo bueno que nos ha regalado.
Un poquito de marcha para ir entrando en calor para esta noche.
¡Asúcarrrrrrrrr!
El pasado está lleno de culpa y el futuro, de preocupación. Ambos te hacen inmovilizarte, y te impiden actuar en el presente.
La culpabilidad quiere decir que despilfarras tus momentos presentes al estar inmovilizado a causa de un comportamiento pasado, mientras que la preocupación es el mecanismo que te mantiene inmovilizado ahora por algo que está en el futuro y que a menudo es algo sobre lo que no tienes ningún control. Podrás ver esto con claridad si tratas de pensar en ti mismo como sintiéndote culpable de algo que aún no ha sucedido. Ambas respuestas sirven el mismo propósito inútil de mantenerte inquieto e inmóvil en tu momento presente:
No es la experiencia del día de hoy lo que vuelve locos a los hombres. Es el remordimiento por algo que sucedió ayer, y el miedo a lo que nos pueda traer el mañana.
Sagrada Familia de Zurbarán Feliz Navidad para todos. Que la luz de una nueva vida ilumine nuestro corazón, y sepamos qué hacer con ella. |
Es muy probable que te hayas infestado del virus del desprecio a ti mismo; y el único remedio conocido para esto es una buena dosis masiva de amor propio, o amor a ti mismo. Pero, quizá, como mucha gente en nuestra sociedad, tú has crecido con la idea de que está mal amarte a ti mismo. De niño aprendiste que amarte a ti mismo, algo natural en aquel entonces, era lo mismo que ser egoísta y consentido.
Las indirectas son sutiles y la intención no es mala, pero logran mantener a raya al individuo. El amor a los demás está directamente relacionado con el amor que te tienes a ti mismo.
Definición del amor: la capacidad para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan para sí mismos, sin insistir en que hagan lo que a ti te satisficiera o te gustase. ¿Cómo se llega a este punto? Muy sencillo. Amándote a ti mismo. Sintiendo que eres importante, hermoso y que vales mucho. Cuando hayas reconocido esto, no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor y tus valores ajustando su conducta a tus instrucciones.
Si tu ser no vale nada, o no es amado por ti, entonces es imposible dar. ¿Cómo puedes dar amor si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor? Y si no puedes dar, tampoco puedes recibirlo
Es difícil desligarse de las viejas cadenas aprendidas de niño, pero es aún más difícil aferrarse a ellas si uno considera las consecuencias que esto implica. Con un poco de práctica y entrenamiento mental, podrás hacer unas elecciones de amor a ti mismo que te sorprenderán.
El romper las áreas de lo que no te gusta de ti para catalogarlas, logrará dirigir tus esfuerzos hacia unas metas definidas. Tienes diversas opiniones respecto a ti mismo: físico, intelectual, social o emocional, y respecto a tu talento para la música, el deporte, el arte, las tareas mecánicas… tu autoestima no debe estar en relación directa con tu autovaloración. Tú existes. Tú eres un ser humano. Eso es todo lo que necesitas. Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Y tu propio valor es un hecho en sí, no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Puede que no te guste cómo te has portado en un momento dado, pero eso nada tiene que ver con tu autovaloración. Tú puedes escoger el se valioso para contigo mismo para siempre, y de ahí emprender la tarea de elaborar tus imágenes de ti mismo.
Cambiar tu manera de pensar, o de sentir, o de vivir es posible, pero nunca fácil. Si te dicen, amenazándote con una pistola, que dentro de un año vas a tener que hacer algo muy difícil como lanzarte del trampolín más alto, y que si no te fusilarán, seguro que te dedicarías en cuerpo y alma a entrenarte para lograr estos objetivos hasta que te llegara el momento de actuar. Estarías entrenando tu mente al mismo tiempo que tu cuerpo porque es tu mente la que le dice a tu cuerpo lo que tiene que hacer. Te entrenarías constantemente, y cumplirías tu cometido y salvarías tu vida.
Nadie pretende cambiar su cuerpo de un día para otro y sin embargo muchos esperamos que nuestras mentes sean capaces de un cambio repentino. Cuando tratamos de aprender un comportamiento mental diferente, pretendemos probarlo una vez y que luego se convierta, instantáneamente, en parte de nosotros mismos.
Si realmente quieres liberarte de las neurosis, realizarte y controlar tus propias decisiones, si realmente quieres alcanzar la felicidad del momento- presente, necesitarás aplicar el mismo tipo de disciplina rígida que necesitaste para aprender a pensar de forma autofrustrante, pues tendrás que desandar el camino mental que has seguido hasta la fecha (desaprender).
A fin de lograr plenamente este tipo de realización personal tendrás que repetirte hasta el cansancio que tu mente te pertenece y que eres capaz de controlar tus propios sentimientos. Tú puedes elegir lo que más te convenga, y tus momentos presentes son tuyos para que tú los disfrutes, si realmente decides estar a cargo de ti mismo.