lunes, 9 de abril de 2012

Recuerdos "ancestrales"

while+the+city+sleeps

Llevo una temporada sin tiempo ni ganas de escribir en el blog, y hasta se me están escapando frases célebres que no sé si recordaré más tarde.

Pero estos días, estoy pensando que es curioso de qué manera te llegan muchas veces los recuerdos del pasado.

El otro día, Jesús, que estaba ya en la cama, me llamó porque, aunque estaba tapado, tenía frío en la espalda al girarse. Entonces yo le moldeé el contorno con la manta, tal y como hacía mi padre cuando venía a darnos las buenas noches (de pequeñas, y de mayores, je, je). Lo ha cogido de costumbre, así que todas las noches, me acuerdo de mi padre.

Cuando les duele la tripita o la cabeza, les cuento que mi madre nos ponía las manos, como a un centímetro del cuerpo, nos producía un calorcito muy agradable, y nos aliviaba. Así, que me acuerdo de mi madre cuando lo hago. Las manos de una madre nunda se olvidan, y más, si son unas manos bonitas como las de la mía.

Hay unos calcetines muy estrechos que cuesta mucho ponerle a Jaime. Yo doblo el elástico hacia afuera, lo introduzco en el pie, ensanchando la punta, y, luego, desdoblo el calcetín desde el elástico hacia la pierna. Entonces, me acuerdo de mi abuela paterna porque fue un truco que me enseñó ella. También, cuando como caramelos de tofe, que le encantaban. O cuando me equivoco, y pongo los zapatos al revés en mis pies o en los de los niños, porque contaba la historia de uno de su pueblo al que le ocurrió, y, como no se dio cuenta, fue todo un camino quejándose de lo incómodos que eran los zapatos...

Cada vez que me pongo unas sandalias o zapatos de hebilla, me acuerdo de mi otra abuela, que siempre me pedía que se las atase porque le costaba mucho agacharse, y a mí me gustaba sentirme útil.

Mis abuelos vivían en Zaragoza, y pasaban el verano en Santander; así que cuando nos montábamos los siete en el coche (¡oh!), yo, como era la pequeña, y muy menudita, iba delante con mi abuelo; él tenía la costumbre de dejar una pierna fuera para que yo pudiese entrar, y sentarme entre las dos. Así que, muchas veces, cuando me siento en el asiento del copiloto, me acuerdo de mi abuelo. Y, por supuesto, cuando como galletas Reglero, que nos traían de regalo.

Hace poco les gasté a J&J una broma habitual de él: nos cogía la mano, y nos preguntaba, mientras la apretaba: "¿A quién quieres más, a tu padre, a tu madre o al ay, ay, ay?" Jaime, lo tuvo claro, y resistió: "A mamá" Jesús, también resistió, por muchas veces que lo repetí, como siempre, diplomático, repetía una y otra vez, tronchándose de risa: "¡A papá y a mamá!". Debe de ser que no tengo la mano tan grande ni tan fuerte como la de mi abuelo :-)

Cuando íbamos a Zaragoza en invierno, mis abuelos sólo tenían estufas de butano. ¡Menudo frío hacía al levantarnos! Mi madre nos dejaba la ropa delante de la estufa de la cocina para que calentase, y nos vestíamos allí. A veces, por la noche, yo hago lo mismo con el pijama; lo dejo delante de la estufa del baño mientras me lavo los dientes. Entonces, me acuerdo de la cocina de mis abuelos.

Y lo mismo con los sugus y las galletas de barquillo, que comíamos casi en exclusiva en su casa.

Cuántas excusas aparentemente insignificantes te da la vida para traerte recuerdos de tus seres queridos. A algunos hasta les dio para escribir un libro, ¿no?

Más recuerdos: El abuelo Ángel

6 comentarios:

JSG dijo...

Muy bonito. Nos ha gustado y emocionado mucho. Gracias y muchos besos.

Armandilio dijo...

Buenas! Me he llevado esta entrada al resumen semanal de Bebés y más. Me ha gustado mucho la entrada: http://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-papas-y-mamas-cxiv

Un saludo!

Armando.

CATA dijo...

Yo también he llegado a este post por un tweet que hacía referencia y quería decirte que me gusta encontrar en la red personas que transmitan estos ideas tan alegres y tiernas para practicar día a día. Mi abuelo cumple hoy 97 años.

Anónimo dijo...

Me he emocionado muchísimo con tu entrada y con tus palabras me he dejado llevar a mi infancia y me has alegrado el día.

¡¡¡Gracias!!!

JSG dijo...

Ayer olvidamos reseñar que Blanca no conoció a su abuelo paterno porque murió el 30 de Julio de 1959

CUENTA HASTA DIEZ Y !EXPLOTA ! dijo...

Mi padre cuando se iba a la cama pasaba por la mia,me tapaba y me daba un beso,suavito. Yo hoy se lo hago a los mios. Besos y os dejo mi blog.