A favor de la enseñanza

Una enseñanza feliz

Hace tiempo que reflejé en un escrito los problemas, en mi opinión, más importantes de la enseñanza. Intenté difundirla: la compartí con sindicatos e incluso traté de hacer que le llegase al ministro de Educación, pero no tuve mucho éxito. Mi amiga Idoya me ayudó.

Dice la ley de la atracción que si quieres conseguir algo, hay que luchar "a favor de", y no "en contra de". Por ejemplo, si quieres paz, tienes que luchar a favor de la paz, no en contra de la guerra.

Así que, hoy que comienzan las clases en mi comunidad, retomo aquella reivindicación y la reconvierto en una

Defensa a favor de la enseñanza.

1. Estoy a favor de que se mantengan las plantillas en los centros;  de que se cubran las bajas de profesores desde septiembre hasta junio; de que se envíe a los sustitutos inmediatamente a los centros donde se necesiten; de que se respeten los derechos del trabajador en los contratos de personal interino, para cubrir vacantes o sustituciones. Estoy a favor de que la ratio de los grupos sea adecuada para poder tratar correctamente numerosos casos de alumnos con problemas de aprendizaje, de disciplina, de integración cultural...

2. Estoy a favor de que se respete la libertad del profesor por encima de la burocracia. y de que se confíe en nuestro criterio profesional, para el que muchos hemos superado un duro proceso selectivo. Estoy a favor de que se nos pregunte qué necesitamos, de que sintamos el apoyo de la Administración en los problemas reales del día a día en las aulas.

3. Estoy a favor de que se controle la calidad de la enseñanza, por lo que lo que los alumnos aprenden o por el esfuerzo que han realizado, no por el número de aprobados, única y exclusivamente.

4. Estoy a favor de que se defienda el prestigio de los profesores ante los padres y los alumnos.

5. Estoy a favor de que se asegure un clima de trabajo de paz y cordialidad en los centros. Estoy a favor de que todos los profesores y todos los alumnos puedan ir a trabajar relajados, incluso ilusionados.

6. Estoy a favor de que los planes que presenta la Administración en los medios de comunicación y sobre el papel, vayan acompañados del tiempo, del personal, de los medios, de la formación suficientes para llevarlos a cabo y que funcionen.

7. Estoy a favor de que se destine más presupuesto para cañones proyectores, pizarras digitales, u ordenadores en las aulas, para lectores nativos de idiomas, para profesores de pedagogía terapéutica, o de compensatoria, para logopedas, para intérpretes de lengua de signos (¿Cómo se puede dar clase a un alumno sordo sin tener ni siquiera a una intérprete de signos en el aula?), para asistentes sociales, para mediadores de conflictos…

En resumen, ESTOY A FAVOR DE:

1. Que se distribuya el dinero destinado a la Enseñanza de una manera más eficiente, para que cubran los problemas reales del profesor en el aula.

2. Que se dote al profesorado de la formación, los recursos y el tiempo necesarios para garantizar una atención a la diversidad del alumnado, real y eficaz.

3. Que se integren programas de Inteligencia Emocional, en la línea de lo que describe Eduardo Punset, en Redes para la ciencia, o de lo que están haciendo en Extremadura. (http://doe.juntaex.es/pdfs/doe/2009/2250O/09050497.pdf )

4. Que se defienda a los profesores ante los ataques indiscriminados de padres y alumnos.

5. Que se forme, y se ayude a los padres para atender correctamente a sus hijos con iniciativas similares a la de la Universidad de Padres de José Antonio Marina.

6. Que se busquen medidas desde el Ministerio de Trabajo y del de Sanidad, Política social e Igualdad, que garanticen una auténtica conciliación de la vida familiar y laboral de los padres trabajadores, para que puedan estar presentes en el hogar y acompañar a sus hijos en su formación, sin que ello suponga un perjuicio para la carrera profesional, una discriminación en el trabajo o un menoscabo irreparable en la economía familiar.

P.D. No he usado diferenciación de género consciente e intencionadamente, porque, en mi opinión, para ser tolerante e igualitario no hace falta forzar el idioma natural.