viernes, 4 de marzo de 2011

Declaración de mi autoestima

Aunque publiqué esta entrada hace días, la recupero para añadir una introducción.

Recomiendo imprimir este texto, y leerlo todas las noches , antes de acostarse (ya... ya sé que es un poco largo), en voz alta, y, a modo de oración: es decir, dejando salir sus palabras desde lo hondo, con la respiración. Intentando reconocernos en ese yo que está hablando, intentando perdonar nuestros fallos, las cosas que menos nos gustan de nuestra persona, porque, como dice la declaración, cuanto más tiempo tengo sentimientos amistosos y afectuosos hacia mí, más puedo buscar con coraje y esperanza soluciones a mis problemas y los medios para conocerme mejor.

Si lo hacéis, espero que os llegue muy adentro: a vuestros centros de interés. No podéis haceros mejor regalo a vosotros mismos, y a los que os rodean.

Yo soy yo.

Cute+Little+Girl+in+Pink+Dances+on+the+Beach+during+the+Kite+Festival.
'Cute Little Girl in Pink Dances on the Beach during the Kite Festival.'
http://www.flickr.com/
En el mundo entero, no hay nadie exactamente como yo. Algunos poseen características parecidas a las mías, pero nadie las tiene estructuradas exactamente del mismo modo que yo. Como consecuencia, todo lo que viene de mí es auténticamente mío porque yo solo he hecho la elección.

Reconozco como mía mi persona entera:

mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace;

mi espíritu, incluyendo todos sus pensamientos y todas sus ideas;

mis ojos, incluyendo las imágenes de todo cuanto perciben;

mis sentimientos, sin importar la naturaleza -cólera, alegría,- frustración, amor, decepción, excitación;

mi boca y todas las palabras que pronuncia, corteses, amables o groseras, decentes o indecentes;

mi voz, dulce o chillona;

y todas mis acciones, ya sea que se refieran a los otros o a mí mismo.

Reconozco como mías mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores.

Reconozco como míos mis triunfos y mis éxitos, todos mis fracasos y errores.

Porque reconozco como mío todo lo que me pertenece, puedo llegar a conocerme a mí mismo íntimamente. Actuando así, puedo amarme y estar en buenas relaciones con cada una de las partes de mi yo. Entonces, tengo la posibilidad que todo mi yo trabaje para mejorar mis centros de interés.
Sé que hay aspectos míos que me preocupan y otros que ignoro. Pero cuanto más tiempo tengo sentimientos amistosos y afectuosos hacia mí, más puedo buscar con coraje y esperanza soluciones a mis problemas y los medios para conocerme mejor.
Poco importa el aspecto que tengo, lo que digo y hago, lo que pienso y profeso en un momento dado; soy yo, es auténtico y eso representa donde me encuentro en este momento preciso.
Cuando recuerdo más tarde la impresión que he podido dar, lo que he dicho y he hecho, pensado y profesado, puede ocurrir que algunas partes de mi yo me parezcan incongruentes. Puedo quitar lo que no me conviene, guardar lo que se ha revelado como adecuado e inventar algo nuevo para reemplazar lo que he eliminado.
Puedo ver, oír, sentir, hablar y actuar. Tengo instrumentos que me permiten sobrevivir, estar cerca de los otros, ser útil, dar un sentido y un orden al mundo de las personas situadas fuera de mí.

Me siento dueño y responsable de mí mismo y por tanto puedo construirme a mí mismo.

Yo soy yo, y me siento muy bien conmigo mismo.
Virginia Satir
En contacto íntimo

No hay comentarios: