'untitled' http://www.flickr.com/ |
Hace tiempo que quería dejar aquí almacenado un cuento que oí hace unos meses, y que me gustó mucho.
El otro día, al leer estas bonitas palabras en el blog de Uno entre cien mil, me acordé nuevamente de él:“Esto ha pasado para algo” y a partir de ahora “el camino se tiene que convertir en uno en el que todos podamos sacar algo positivo”. “No quiero que nadie recuerde esto como una pesadilla, lo que busco es que sirva para algo”.
“El nombre de Uno entre cien mil no es porque esto le ocurra a tres de cada cien mil niños, sino por darle la vuelta a ese concepto, Guzmán es un niño que va a superar esto como otros cien mil no tienen necesidad de hacer, y por eso en su vida sacará adelante lo que cien mil no puedan.”
La resiliencia, según la RAE, es la "Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas".
ZANAHORIAS, HUEVO, CAFÉ
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
'Dinner' http://www.flickr.com/ |
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
'tumbled out' http://www.flickr.com/ |
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: ¡agua hirviendo!, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"
'Coffee Love (FI-20473)' http://www.flickr.com/ |
Y hoy te lo pregunto yo a ti... ¿Cómo eres tú, mi querido amigo? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero... ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. ¡Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor! Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor... ¡tú reaccionas mejor! y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. ¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Piénsalo...
Esto es lo que comentaba una compañera de la UP, a la que la vida la ha puesto a prueba con una de las peores, después de leerlo:
Desgraciadamente, no tengo el truco para hacer ese café tan estupendo. Está claro que, ante la adversidad, no he conseguido nada más que ser primero una zanahoria frágil y fácil de deshacer, para, después, volverme un huevo endurecido. Confío que, con el tiempo, tenga la fortaleza necesaria para poder ser ese café capaz de conseguir que esa agua hirviendo, no le haga tanto daño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario