Jesús, 6 años; Jaime, 4
Mi suegro murió hace siete años, por lo que ninguno de mis hijos llegó a conocerlo. Últimamente, se acuerdan de él porque están derruyendo el edificio donde trabajó durante años, justo detrás de nuestra casa.
Jaime decía con voz de pena "Yo quería conocer al abuelo Rafael" Y Jesús le contestaba que no podía porque estaba muerto. A lo que Jaime, no conforme, pregunta entonces con impaciencia "¿Y cuándo se pone vivo otra vez?" A Jesús, le hizo mucha gracia su ocurrencia.
A mí, me pone muy nerviosa que empiecen a hacer el tonto en la cena, y que se eternicen; así que el otro día, me enfadé bastante, e incluso me llevé la cena de Jesús al salón. Cuando se acostó, le dije que aunque hacía el tonto, lo quería mucho; yo le pregunté si él también me quería aunque me enfadase tanto. Me dijo que sí, y añadió, autoafirmándose con el dedito extendido: "El amor nunca se acaba". Me hizo muchísima gracia porque lo dijo todo convencido. Me contó que se lo había oído a su profesora de religión.
Jaime le preguntó a su padre que cuando se le acabasen los cuatro años… ¿qué?
Jugando a las cocinitas, le pidió la chica que los cuida, un filete a la plancha, y se fue a por la plancha de juguete para plancharlo…
Pregunta y conversación trascendental de Jaime a las 5 de la mañana: “Mamá, ¿los dragones tienen manos?”
Bueno, mejor eso que me pregunte si se va a morir, como le ha dado últimamente…
Conversación de Jesús antes de dormirse: Papá, ¿qué es una huelga? Se lo explica, Ah, como los jubilados. Papá, no. Jesús, ah, que los jubilados se manifiestan… Vamos, él sabía que la cosa iba de no trabajar…
Jaime: el 3 es un culete volcado.
Jesús, haciendo pompas de jabón en la terraza, que da a la Bahía de Santander: "Mamá, ¿cuál será la casa de las pompas? ¿el mar o el cielo?"
Le cuento que he estado con el abuelito por la mañana, y que tengo una sorpresa para después de comer. Me dice "¡Bombones!" (conoce muy bien a su abuelo y sus costumbres) Le digo que sí, los saco, y se pone a llorar porque ya ha visto la "sorpresa"...
Para consolarlo, le digo: "Tengo otra sorpresa para la merienda" Él: "¿Pan de pasas? ¿bizcocho? ¿rosquillas?" Y yo, "¿Pero por qué lo quieres adivinar si después te llevas un disgusto cuando lo sabes...?"
Jaime, antes de dormirse, hablando para él: "Lo que más me gusta del mundo, de todas las personas, lo que más me gusta es... MAMÁ"
Sí, sé que es un poco egocéntrico por mi parte, pero... me gustó tanto... que me consuela de algunos malos ratos que me hace pasar.
1 comentario:
Son tremendos estos niños !!!
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