Sin duda, uno de los mayores orgullos de mi vida es haber amamantado a mis dos hijos durante un tiempo prolongado. A pesar de que ello me haya acarreado más de un quebradero de cabeza, tanto en los inicios, como en el final.
Del blog Buscando trazos |
Aunque ya no ejerzo, he sido, soy, y seré lactivista. Por eso, incluyo en el blog un resumen de sus principios básicos, que redacté para los foros de la Universidad de Padres, por si a alguien le sirve de ayuda.
Me parece que todas las defensas y explicaciones que se hagan de la lactancia materna son pocas. Y no entiendo por qué se tiene que interpretar como un ataque a las madres que alimentan de otra manera; en realidad, no recuerdo la cifra exacta, pero el porcentaje de madres que persiste en la LM es muy, muy bajo.
Hay muy pocos problemas que impidan a una madre dar el pecho a su hijo (incluso tomando medicación o con pezones invertidos es posible). Diría que el 80% de las afirmaciones populares que se hacen sobre LM son falsas.
No es que la lactancia sea la única manera de alimentar a un niño, es que es la mejor, y está demostrado. Afortunadamente, existen las leches artificiales para cuando esto no es posible, pero es imposible que una leche artificial iguale a la materna. ¿Conocéis alguna leche artificial que se adapte a cada bebé según su edad, y sus necesidades, que produzca oxitocina para ayudar a la madre a retraer el útero, que produzca prolactina por la noche para favorecer el sueño de ambos…, además de que esté disponible en cualquier lugar, en cualquier momento del día, y que salga a la temperatura ideal? Claro, que detrás no hay ninguna multinacional haciendo publicidad sobre ella.
'Lactancia materna' http://www.flickr.com/ |
Cuando leí Romeo y Julieta, me hizo mucha gracia, leer en boca del ama de cría de Julieta, que la amamantó hasta los tres años.
Y esto no es fundamentalismo, ni discriminación para las madres que no lo hacen, es la realidad. Me parece que la forma de ayudar a las madres, es descubrirles las bases fundamentales de la lactancia (que se han perdido por circunstancias sociales en el siglo pasado), y solventar el problema que tengan, no ofrecerles lactancia artificial. Pero, claro, desgraciadamente, no es habitual encontrar a alguien que te ayude.
Si tenéis problemas con la lactancia, o amigas que los tienen, por favor, acudid a los grupos de lactancia, y removed Roma con Santiago hasta que encontréis a alguien que sepa ayudar. Si, aun así, la madre decide no continuar, por supuesto, hay que respetar su decisión.
Resumo, desde mi humilde experiencia, las tres bases que considero fundamentales.
La primera base de la LM es que cuanto más chupe el niño, más leche produce la madre; por eso, es muy importante ponerlo al pecho desde el momento mismo del parto, cuando está más despierto y receptivo (luego, le entra el sueño, y es más difícil). Si el niño deja de chupar porque no se le ofrece el pecho a demanda, o porque se le han dado otros alimentos, y no tiene hambre, la madre dejará de producir leche. Es decir, que no hay madres sin leche, ni con mala leche (con perdón), sino que dejan de producirla, o no llegan a producirla por interferencias ajenas a la lactancia. Por cierto, que, antes de que suba la leche, con unas chupaditas de calostro esos bichitos pequeñitos tienen de sobra.
La segunda base es poner al niño en la postura correcta para que pueda succionar bien. Las grietas, un bebé que “tarda demasiado” en mamar… suelen ser consecuencia de una mala postura. Y es tan sencillo como que alguien te enseñe a colocar bien al niño.
Si bien, es cierto que un bebé recién nacido puede estar al principio una hora al pecho, en cuanto le coge el tranquillo, lo ventila perfectamente en cinco minutos.
La tercera base es que es el niño (hablo de 0 a 6 meses) el que decide cuándo quiere y cuánto quiere. Para ello, hay que dejar que suelte él solo el primer pecho, y luego, si quiere, ofrecerle el segundo. Pues la leche con más alimento, y con más grasa, la que le va a llenar, está siempre al final de la mamada de cada pecho.
'Enganchado' http://www.flickr.com/ |
Si estos tres principios no se respetan, lo más normal es que la lactancia fracase.
Agradezco haber encontrado a matronas expertas en lactancia en los dos cursos de preparación a parto, y en el posparto, además, de tener una amiga que amamantó a sus hijas hasta los tres años. Pero, sobre todo, lo que más me ayudó fue leerme el libro sobre lactancia de Carlos González durante mi segundo embarazo. ¡Ojalá lo hubiese descubierto en el primero! Me parece un manual de lectura obligatoria para padres y profesionales.
Me llena de alegría saber que la persona que me ayudaba con mis hijos cuando nació el segundo, le dio el pecho a su hijo pequeño durante más de un año, porque me vio a mí alimentando al mío. Ella pensaba que no podía, porque con su primera hija lo dejó porque “no tenía leche”... Ahora, esta hija tiene diecisiete años, y la experiencia de ver a su madre alimentar a su hermano, es impagable para criar a sus propios hijos.
Insisto: quien tenga problemas con la LM, que busque ayuda, porque todos tienen solución.
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