domingo, 8 de mayo de 2011

Gaudí y La Sagrada Familia

La Pedrera. Paseo de Gracia

Siempre me ha gustado Gaudí, desde la primera vez que visité Barcelona hace más de veinte años con mis padres y con mis hermanas. Me parece un genio de la creatividad y de la imaginación; totalmente original y moderno. Modernidad que sigue siendo actual casi cien años después de que discurriese sus obras.

Hemos visitado La Sagrada Familia, y no nos ha defruadado este proyecto tan ambicioso que, como las grandes catedrales medievales, tardará décadas en concluirse. Él lo sabía, y, se preocupó de instruir muy bien a sus colaboradores para que transmitieran sus ideas a las futuras generaciones.

Dice un ingeniero que conozco que a él  le da la impresión de estar dentro de una obra de Calatrava , más que de una catedral. De hecho, Gaudí, quería superar la idea del gótico que transmite todos los esfuerzos a los laterales (contrafuertes) haciendo trabajar a las columnas verticalmente, por compresión, fundamentalmente. Si uno de estos contrafuertes sufriese algún daño, la estructura de todo el edificio podía verse seriamente dañada. Por eso, Gaudí, diseñó unas cúpulas en forma de cuello de botella que pudiesen sostenerse por sí mismas.

El material que eligió fue el hormigón armado; se supone que para soportar los esfuerzos derivados de la forma arborescente en que se abren las columnas hacia las cúpulas. Como contesta otro ingeniero al primero que he mencionado, el mérito de las catedrales góticas está en haberlas construido con piedra y argamasa; no deben compararse ambas construcciones, separadas por tantos siglos, y por materiales totalmente distintos.

En el museo que se encuentra en el sótano de La Sagrada Familia, antiguo taller del maestro Gaudí, se puede ver el particular método que ingenió Gaudí para diseñar las estructuras. Consistía en en colgar saquitos de cuerdas, y, luego ver reflejada en un espejo la estructura.

Dejando la parte técnica aparte, que, aunque no soy ninguna entendida, me parece muy interesante, no hay que olvidar, que Gaudí diseñó un edificio religioso del pueblo y para el pueblo, en el que la espiritualidad, la Palabra y Dios están muy presentes. En la actualidad, se accede al edificio por el Pórtico de la Pasión, el último que se ha concluido, enfrente del Pórtico del Nacimiento.  En ambos, se representa la vida de Cristo por medio de imágenes escultóricas, a la manera que los antiguos imagineros instruíana al pueblo analfabeto. La entrada principal, todavía sin hacer, es la de la Gloria, la que destinó Gaudí a las grandes preguntas y a las grandes respuestas del creyente. Por eso, al entrar, se ve en lo alto de la cúpula sobre el altar mayor, el triángulo dorado de la Santísima Trinidad. A la salida de este pórtico, se ha esculpido un Padrenuestro enorme que se puede ver ya.

Para él, era también muy importante la acústica tanto de la Palabra de Dios, como de las voces del coro (pensado para mil voces, y no me acuerdo cuántos órganos), y de la música. El Evangelio cierra las columnas principales del Altar Mayor, con los símbolos de los cuatro evangelistas.

Me comentaba una amiga de Barcelona que se trata del monumento más visitado de la ciudad, y el segundo más visitado en España, después de La Alhambra de Granada. Por eso, si alguien está interesado en visitarla, es muy recomendable la  venta anticipada de entradas.

Si la visita no se alarga demasiado, es adecuada para realizarla con los niños, a los que les encanta la audioguía, ya que el espacio es muy amplio y no deja a nadie indeferente. Es divertido ver con ellos las distintas figuras y esculturas distribuidas por todo el templo.


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