Siguiendo la estela del Día del Libro, recomiendo otra novela autobiográfica, con una niña de protagonista. La estepa infinita, de Esther Hautzig se trata de una autobiografía centrada en la deportación de la autora y de su familia polaca "capitalista" a Siberia. Paradójicamente, este dramático hecho les salvó la vida, pues el resto de su familia murió en los campos de concentración nazis.
La vida que nos describe es dura, inhumana; resulta increíble que la pueda soportar un ser humano, y más una niña, pero, no es triste, gracias a la personalidad arrolladora de su protagonista.
Sobre la enseñanza en Siberia (que es lo único bueno que tenía) dice que no había problemas de disciplina, ya que, cuando no se tiene nada, se sabe que la educación es un auténtico privilegio.
En esta reseña, podéis leer algo más.
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